Antes era ella quien anhelaba casarse con él, ahora prefería saltar de un edificio antes que casarse con él. Este gran contraste hizo que los ojos de Juan se enrojecieran de ira.
—Juan, no escuches las tonterías de Estrella. Ella solo está celosa, te ha gustado tantos años, ¿cómo no va a querer casarse contigo?
Joaquín se apresuró a hablar, sus ojos miraron ferozmente a Estrella, con bastante amenaza.
—No estoy celosa, tampoco estoy enojada. Estoy hablando muy calmadamente —Estrella ignoró su mirada, habló tranquilamente, su voz clara como el agua, pero firme e indiscutible.
—Tú...
Joaquín inmediatamente se enfureció.
—Suéltame.
Estrella miró su mano agarrada, frunció el ceño.
Juan tenía el rostro lleno de ira, la miró sombríamente:
—Estrella, si lo que quieres es provocarme deliberadamente, tu objetivo se cumplió.
Estrella frunció ligeramente sus delicadas cejas, lo miró:
—No te estoy provocando deliberadamente, no te hagas ilusiones. Juan, nos conocemos desde hace tantos años, no qui