Hayley vivió tranquila rodeada de sus mejores amigos y familia por toda su vida, con una madre que siempre intenta venderla al mejor postor mientras que ella trabaja para mantener a su familia. Todo da un giro inesperado cuando llega un visitante desde Alemania para decirle a su madre que Hayley es la prometida del próximo Rey. Sin esperanza alguna o derecho de replicar, su madre la entrega sin remordimiento alguno. Cuando Hayley llegue a Alemania, se encontrará con el peor ser que haya conocido, un príncipe prepotente, lleno de odio hacia la humanidad que solo quiere convertirse en Rey para tener control y poder sobre los demás. Una larga convivencia, un matrimonio arreglado, dos personas que no se aman y un trono que está en juego. ¿Podrá el Rey sin alma amar a la dulce y fuerte Hayley?
Leer másLos seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.—Gabriel García Márquez.Hayley: ¿Había escuchado bien? Yo... Prometida de un Rey, esto tiene que ser una broma de muy mal gusto.—No puede ser posible eso... —negué—, eso es mentira.—Escuche Señorita Parker, lo que le estoy diciendo es cierto, hay cosas de las cuales usted no puede saber por el momento, lo que si debe saber es que usted fue prometida al próximo Rey de Alemania desde antes de su nacimiento.Negué una y otra vez, yo no puedo ser la prometida de un Rey al cual no conozco, yo tengo una vida aquí, mis hermanos y mi novio... Raul.—Quiero que me diga que esto es una broma por favor.—No es una broma, esto es algo que se debe cumplir, fue una promesa de hace años que le hicieron al Rey y se debe cumplir como ley, si no, todo será bajo unas malas consecuencias.—¿C-consecuencias?—Señora Parker, déjeme a solas con la señorita por
Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.—Gabriel García Márquez.Hayley:Australia.Después se semejante noche, era más que obvio que no pude dormir vigilando a Lina, lo que hacía era murmurar cosas sin sentido mientras se le pasaba el efecto de las drogas. Ya no llore más porque no valía la pena hacerlo, ya había terminado con la poca confianza que le tenía gastando mi dinero en sus vicios.Miré mi reloj y eran las seis de la mañana, me levanté aún con el uniforme de mi trabajo puesto, me quité la camisa y me coloque otra para ordenar mi habitación, después de terminar, tomé una taza de cereal para comer, intenté hacerlo pero fue imposible, la puerta de la casa sonó varias veces, ya sabía que era Dennis a cobrar el alquiler y sus cigarrillos. Me levanté a abrirle.—Hola rubia.. Te vez de la mierda —rió—, vine por mi dinero.—Hola Dennis, ya te lo doy.Busqué en mi bolso el dinero del alquiler y solo un poco para los cigarrillos.—T
Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; mas donde hay humildad, habrá sabiduría.—Salomón.Leon:Hamburgo, Alemania.Ser el futuro Rey de una nación, no es nada sencillo, hay que andar de un lado a otro sin descanso alguno, me he preparado por años para suplir a mi madre en poco tiempo, aunque la verdad, no me apetece ser Rey.Requiere de mucha responsabilidad y eso es lo que menos tengo, por más que me he preparado no deseo ser Rey, pero por el otro lado, quería serlo. Se que me estoy mal interpretando, pero no podía dejar el trono a manos de otras personas. Soy el primogénito de esta familia y el único que puede seguir el reinado cómo se debe.Por años me he preparado en todo tipo de cosas, etiqueta, modales, gustó por la moda, equitación y muchas cosas más. Me he acostumbrado a los lujos y la buena vida, algo que si me gusta, tener un buen auto, mucho dinero y comprar todo lo que se me plazca, al fin de cuentas soy el príncipe y el futuro Rey.Ya cumplí los treinta y esa es la e
El que ha superado sus miedos será verdaderamente libre.—Aristóteles.Hayley: Australia.Desperté por el insistente sonido de mi alarma, solté un gruñido de frustración para tomar mi molesto reloj para lanzarlo al suelo, pero el muy hijo de la fruta no ha parado de sonar, rendida ante mi enemigo el señor reloj, me levanto para al fin recogerlo y apagarlo.—Te odio —le dije a mi reloj, yo misma reí por mis tonterías, hablándole a un reloj como si me fuese a responder.Sin muchas ganas de ir a trabajar me duche en el pequeño baño de mi habitación, hecho por mi misma, compré unos tubos y grifería de segunda mano para poder armar una regadera decente junto con un lavamanos, adoraba la creatividad que tenia mi cerebro, era capaz de crear cualquier cosa con material de provecho, siempre pensé que era distinta a las demás chicas que pensaban en adolescentes hormonales, lo mío era explorar y conocer, ver el mundo desde otra perspectiva, pero todo quedó ahí, en un simple sueño.Nací y crecí
Hayley: Hamburgo, Alemania••••••••••••••••—¡¿Cómo te atreves a hacerme esto Leon Fischer?! ¡A mi y a tu esposa! —le gritó— ¡¿Sabes la humillación que pase allá afuera?! ¡¿Lo sabes?! —se alejó de el— no puedo creer que te hayas ido con tu amante dejando a tu esposa plantada en el altar, tuvo que casarse sola... Eres un..—¿Y que querías que hiciera padre? —sonrió de lado— tu sabías que no quería casarme con ella —lo decía sin mirarme—, sabes que amo a otra persona.—Pues me importa un carajo Leon, vas a cumplir como esposo... Escúchame bien —lo señaló—, si sigues así, voy a mandar a esta muchacha por dónde vino y llamaré a Kai para que asuma el trono y a ti te voy a destituir de tu cargo y te irás del palacio... Es una advertencia y la única que haré, ya estoy harto de que te comportes como un niño, ya no lo eres.Y aquí estaba yo, mirando las expresiones de León Fischer frente a mi.Daba pasos enormes de un lado a otro y me miraba como si fuese un bicho raro, también había ese bril