" Hay amores que simplemente nunca se olvidan, sin importar de quien se trataba. "
Fuga de Amantes
- No, no pasa nada mamá. - Respondí avergonzada aún con mis manos sobre mi cuello pasando mis yemas por dónde estuvieron los labios de alejandro. Ésta enseguida vino a mí con una sonrisa pícara.
- Vamos, soy tu madre y te conozco. -Dijo incitando a que le contase la razón de mi actitud.
Internamente debatía entre si contarle o no, pero entonces recordé de quién se trataba. Era mi madre, y sin importar cuantas veces evite decirle la verdad ella ya sabría cuál era. Me conoce más que nadie.
- Haber, supondré que se trata de alejandro. - Mencionó de repente haciendo que me paralizara. - Así que de eso se trataba... Vaya, el amor de jóvenes es algo tan bello. -
Se alejó y entró en el baño susurrando algo