El comienzo es difícil, pero mantenerse de pie lo es aún más.
- G.
— ¿A qué se refiere con “Los estábamos esperando”? — Pregunté mirándolo fijamente.
Supérvia observó a la mujer que estaba a su lado, luego a Alejandro que me tenía abrazada de la cintura y finalmente a mí.
Suspiró fuertemente y se dio la vuelta subiendo los primeros dos escalones de la escalera tras de él y tras aclararse la garganta, comenzó a hablar.
— Sabía, era consciente, que este día llegaría alguna vez…— Se dio la vuelta quedando frente a nosotros y su semblante era frío y metódico. — Tu padre y yo nos hicimos buenos amigos hace muchas lunas atrás, llegó a confiar su vida en mis manos y yo no pude sentir tanto honor como ese en un largo tiempo. Sabía que tu tío un día asesinaría a tu padre y tu padre también era consciente de eso, de hecho, ambos lo eran. — Habló tragando en seco.
>> Así que Sebastian me dijo que tarde o temprano, iba a necesitar de mí una vez más, y, que cuando ese día llegase, que no dudara en