Mientras tanto, en la oficina de Martín, Samantha continuaba leyendo la carta de su abuelo. Todo lo que había leído hasta el momento eran un golpe tras otro a su corazón. Pero trataba de mantener la compostura para continuar leyendo, ya que su abuelo estaba por develar el misterio que ella tanto cuestionaba.
“He elegido a Martín porque confío en él. Conozco a su abuelo y a su padre, pero, sobre todo, lo conozco a él. Tiene un futuro brillante como abogado, no tengo dudas.
Y lo más importante: sé que a pesar de su juventud es un hombre de palabra y que cuidará de vos y tus intereses como nadie. Lo he visto; siempre se ha preocupado por conocerte, escucharte y estar a tu lado. Quizás vos nunca lo hayas notado porque estabas tan enamorada de Javier que no reparaste en él.
Hoy me doy cuenta de que, si pudiera regresar el tiempo atrás, lo hubiese elegido para que fuese mi nieto político, porque no tengo dudas de que él si te hubiese dado lo que Javier, jamás te dio”
Samantha dejó caer la c