Afortunadamente para ella, pronto se dio cuenta de que no tenía por qué hacerlo; que lo sucedido tuvo un motivó y ella solo actuó en consecuencia.
—Todos tenemos que aprender a vivir con nuestras decisiones. Pásame por favor las cosas de aseo, creo que necesita un cambio de pañal —le respondió, siendo tajante al respecto; más lo disfrazó enseguida con una petición.
Oliver hizo lo que le pedía, pero no por eso paso por alto sus palabras y las implicaciones de estás. Mientras ella comenzaba a desvestir el bebé, este aprovecho el momento y decidió hablar.
—¿Que quisiste decir con eso?, ¿acaso estás arrepentida por no decírmelo? —le cuestiono, viendo una luz de esperanza.
Al escucharlo, Emma se puso un tanto rígida; más no llego a voltearlo a ver.
—No, hice lo necesario y sin duda volvería a hacerlo —afirmo.
Oliver entonces vio el momento indicado para exponer las cosas, aquello que ambos habían estado evitando desde que dio a luz; pero no podían hacerlo más. Era hora de poner la situación