La mañana después de la Gala del Horizonte amaneció con un cielo gris plomo sobre Miami, un presagio perfecto para el diluvio mediático que estaba a punto de desatarse. Antes de que el sol pudiera asomar sobre el horizonte de Key Biscayne, la historia de Marco Velásquez había explotado en la red.
El titular, publicado por un tabloide digital con una tirada masiva, era un golpe visceral: “EL AMOR EN LA OFICINA: EL CEO VIUDO BLACKWOOD Y SU TERAPEUTA TIENEN UN ARDIENTE AFFAIRE SECRETO.”
El artículo, escrito con una mezcla venenosa de sensacionalismo y detalles precisos proporcionados por Julian Reed, no dejaba nada a la imaginación. Hablaba de la violación ética, del "uso de la vulnerabilidad de la terapeuta" por parte de Alexander, y de cómo el dolor por Isabella había sido una "cortina de humo para sus vicios hedonistas".
Para cuando Camila se despertó junto a Alexander en el penthouse, el teléfono de él ya había vibrado cientos de veces. Las acciones de Blackwood Sterling Global ya ha