Narrado por Laura Hans:
No puedo decir que soy una mujer solitaria. Estaría mintiendo. Tengo muchas amigas, con las que voy a jugar padel, ir al spa, masajes, depilación láser, ir a brunch, en mi día a día jamás imaginé que mis hijos estaban siendo sometidos por su padre.
Mario no ha sido un mal esposo, me ha dado el estilo de vida al que estaba acostumbrada cuando estaba con mis padres. Y eso lo agradezco, se que se ha esforzado mucho para que así sea...
Me pone inquieta que mi hijo se haya ido, la puerta se cierra con un sonido seco. Mariano se ha ido definitivamente dejandome con demasiadas dudas. Laurel lo mira sin decir nada, como si su silencio pudiera detenerlo, como si el peso de su mirada pudiera hacer que él decidiera quedarse con nosotras. Pero no lo hace. Se va. Y yo me quedo con ella. Sola.
La habitación de la clínica tiene ese aire estéril que me resulta insoportable. Todo blanco, todo limpio, todo frío. Estoy acostumbrada a las flores, a los colores, al césped, a ve