Narrado por Fatima Hneidi:
La adaptación a un nuevo continente, a una nueva vida, no ha sido difícil. Aunque mi corazón se siga intentando recuperar de las heridas profundas que padece, mi ánimo sigue haciendo todo lo posible por mejorar. Por mantenerse en pie de lucha, fuerte y determinado. Consistente en las cosas que quiere. Explorador y dinámico.
Londres me recibe con un cielo gris, pero por primera vez en semanas, no me pesa ser expectante de un cielo gris. El aire es frío, pero no lo siento nada hostil. Camino junto a Zena por los pasillos del mercado, y aunque mi cuerpo aún se siente débil, hay algo en la rutina que me reconforta. El olor a pan recién horneado, las frutas alineadas en cajas de madera, el murmullo de conversaciones ajenas… Todo eso me recuerda que estoy viva. Que estoy libre, ya no soy parte de esa casa demoníaca, y es algo digno de agradecerle a Dios.
Zayd se ha encargado de todo. De protegerme, de hablar con las autoridades, de dejar claro que no soy una mu