—Repitemelo, Sue —pidió con la mirada brillante y la mandibula rigida por el placer que yo le hacía experimentar.
Me agaché, para rozar su nariz con la mía, luego le sonreí. Llevaba meses aferrandome a la esperanza de lograr superar y olvidar a ese hombre, ¿pero cómo lo haría con una hija que era identida a él? Y aún peor, ¿cómo lo lograría sí no podía estar sin él, sin tocarlo y sentirlo en mi interior?
Negar ese amor, era un caso perdido, un desproposito al que no tenía ningún sentido aferrarme.
—Te amo, Jonathan Verstappen, y hablo en serio.
Llevó una mano a mi nuca y me sujetó del cabello, luego se giró y me colocó bajo su cuerpo. Me besó profundamente, sin dejarme respirar. Sonrió en mis labios y durante el resto de la noche, él me repitió lo mucho que me amaba.
Al día siguiente, las cosas fueron perfectas, Los dos desayunamos junto, como una pareja, con nuestra hija con nosotros. Sonriendo, miré a Jonathan entretener a Emily mientras yo comía en paz y sonreí ilusionada al imagin