59. LOS CELOS DE ISIS
Después de salir del cuarto de mis padres, me dirijo al despacho. Me siento feliz, sonrío sin darme cuenta. Al acercarme, escucho varias voces en el despacho. Dos son de mujeres, cosa que no me agrada. Toco la puerta y escucho una invitación.
— Adelante.
Me introduzco y me quedo mirando a dos hermosas chicas, paradas delante del escritorio de Jacking. Enseguida me doy cuenta de que una de ellas se lo come con los ojos y está vestida muy provocativamente. La miro, detallándola. Escucho en mi cabeza lo que creo que es mi conciencia.
— ¿Por qué te molestas, Isis, si es a Jacking a quien están mirando, no a tu Alfa? —me pregunta la entrometida.
— Mi Alfa me acaba de decir que el cuerpo de Jacking es de él también —respondo sin dejar de observar a las mujeres.
— ¿Estás celosa, Isis? —pregunta de nuevo. Estoy por pensar que esa voz no es mi conciencia, sino mi loba, Ast, haciéndose pasar por ella.
— ¿Por qué había de estarlo? —Trato de hacerme la indiferente. —Jacking puede hacer lo que qui