Todos los integrantes de la manada están reunidos en una enorme explanada fuera del Templo que Amón ha creado para nosotros. Miro el círculo que han formado las mates de los principales jefes de la manada. A mi lado se encuentra mi Luna Suprema, que tiene un abultado vientre.
—Hermanos —comienzo a explicar—, los he reunido aquí para un entrenamiento diferente debido al conjuro de sumisión.Noté que todos los integrantes de la manada están atentos a mis palabras. No es la primera vez que los reúno para explicarles mis intenciones, pero esta vez, bajo el conjuro de sumisión, siento que no hay necesidad de ello. Yo soy su Alfa, solo tengo que ordenarles y ellos obedecerán. Un antiguo se adelanta.—Mi Alfa, solo tiene que ordenarnos lo que debemos hacer, lo que quiere de nosotros —me dice, volviendo a su lugar con la cabeza baja.—Mi Alfa —se me acerca Isis