Isfet se encuentra meditando, tratando de encontrar algún rastro de la esencia de Mat, cuando escucho un coro de aullidos. Sé lo que significa. ¡Mat se ha reproducido! Estallo de furia, maldiciendo a todos. Grito colérica:

— ¡No podrás escapar de mí! ¡No importa las veces que reencarnes, Mat! ¡Te encontraré y acabaré contigo, junto a todos los de tu estirpe! ¡Lo juro!

— ¡Cállate, bruja! —le digo y tiro de ella, escondiéndonos detrás de una duna de arena—. Viene alguien, ¡escondámonos!

Ella hace lo que le pido; sabe que mi oído lobuno no me engaña. Soy un Alfa y mi lobo, Ruan, es muy bueno. Al poco rato, veo aparecer a una joven loba seguida por un lobo más viejo. Ella le grita a toda voz:

— ¡Papá, dijiste que íbamos a hacer que expulsaran a la Luna Suprema! ¡Que yo iba a