Por su parte, el Alfa Supremo está muy eufórico porque al fin está haciéndole el amor a su Luna como debe ser, y ella disfruta de todo lo que le hace, lo cual lo hace sonreír satisfecho. ¡Le encanta que su Luna lo desee así! Le muestra sus colmillos al sentir que ella los desea, al mismo tiempo que acelera sus embestidas. Justo cuando está a punto de explotar, le clava sus colmillos en el hombro, transmitiendo todo el poder que el Alfa Supremo debe darle a su Luna Suprema.
Pero el Alfa se asombra cuando escucha que Isis suelta un grito de placer y, para su sorpresa, también lo muerde. ¡No lo puede creer, su Luna lo está marcando! Sus colmillos se han vuelto grandes, casi del mismo tamaño que los suyos. Ella lo está reclamando como suyo, ¡y lo es, él a partir de ahora es suyo! Es algo que no había ocurrido en muchas generaciones de Alfas Supremos. Su Luna es tan poderosa