Isis estaba muy feliz porque sus padres habían vuelto. Practicaba mucho para lograr controlar a Ast, su loba interior, quien la ayudaba enormemente. Juntas habían explorado todas sus memorias desde que su padre las bloqueó, para que Isis pudiera ver cuánto habían crecido. A veces, Ast se sentía triste y otras, feliz. Isis comprendía que eran dos almas en un solo cuerpo que se iba transformando. Además, estaba contenta porque las cosas con su Alfa iban muy bien. Sin embargo, últimamente él estaba tan ocupado que apenas podían hablar, lo que no le gustaba nada. Desde que le había permitido tocarla de esa manera, Isis empezaba a sentir que su Alfa se estaba alejando.
Aquella mañana, sus padres vinieron a visitarla. Se estaban quedando en casa de Jacking. A pesar de lo buena persona que era, a Isis ya no le emocionaba hablar de él. Se había enamorado completamente de su Alfa Sup