Ser la Luna de tu peor enemigo puede ser la puerta para un mundo de perdición. Eva Moon estará ante ese CEO que amenaza con poner su mundo de cabeza mientras su vida atraviesa un verdadero infierno. El es un hombre capaz de someterle a un trance de experiencias llenas del mas peligroso placer y una tentadora seducción; Él es Logan Reich, o como le conocen sus enemigos del mundo empresarial: El lobo. Un secreto de muchos siglos pesa sobre la vida de ambos, empujándoles a una danza peligrosa donde los miedos y los deseos pueden llevarlos a un espiral de seducción sin contemplaciones. ¿La fuerza de ese pasado será capaz de arruinar sus vidas o serán ellos capaces de rehacer sus destinos? Sea cual sea su decisión, el placer estará a la orden del día.
Leer másIlusión
La criatura era todo lo que ella se negaba en aceptar como real: Era un ser antropomórfico, musculoso y majestuoso, con un cuerpo cubierto por un pelaje grisáceo que se adivinaba de plata a la luz de la luna de esa noche, con un rostro que parecía el de un lobo imponente aunque sin abandonar del todo su humanidad. Los movimientos de la criatura no eran acelerados ni violentos, por lo que Eva no descubrió ningún terror en su ser, todo lo contrario, de alguna manera la cercanía le hizo sentirse descubriendo un mundo de nuevas sensaciones; sensaciones que iban mucho más allá de su sentir corporal y que parecían despertar más allá de su espíritu.
Las manos de Eva se levantaron en forma defensiva cuando la criatura se inclinó hacia ella con esa actitud curiosa, pero al darse cuenta de que no había peligro de por medio, ella sencillamente se volvió a levantar con premura. La criatura no intentó nada. Aquellos ojos le observaron todo el rato hasta que ante la mirada atónita de la chica, la criatura volvió a ser un hombre. Entonces, ahora en su forma humana, desnudo con su cuerpo musculoso e imponente ante ella, volvió a dar un paso al frente y los cuerpos quedaron en una cercanía peligrosa. El deseo a Eva le gobernó de manera animal.
Eva colocó su mano sobre el pecho de él y con ese simple tacto descubrió que su vida le pertenecía de manera segura. Fue una especie de estallido que brotó desde su interior el que le hizo despertar a su realidad. De pronto la criatura había desaparecido y ella ya no estaba en aquel bosque en medio de la noche, ella ahora estaba en una oficina elegante y moderna, a plena luz del día, delante de una mujer que le miraba con cara de no comprender lo que le ocurría:
― ¿Se encuentra bien, señorita? ―preguntó la mujer con sorpresa.
―Si…. Sí, no se preocupe ―se apresuró a excusarse Eva sin terminar de ordenar su confusión.
― ¿Está segura de querer pasar a la entrevista en esas condiciones?… no sé si está enterada, pero el señor Logan no es un CEO cualquiera… estamos hablando del tipo más exigente y volátil que se puede imaginar.
Eva asintió con un movimiento rápido de su cabeza. No había llegado hasta ahí para perderse la oportunidad de su vida solo por una de esas tantas alucinaciones que le habían perseguido desde siempre. Sencillamente, la dio por descartada y le respondió a la mujer de la recepción.
―No se preocupe, estoy lista para probar mi suerte.
La mujer bufó dejando en claro su diversión ante el comentario de la joven de cabello negro y ojos de luna, que se había comportado tan extraña justo antes de la que bien podía ser la entrevista más importante de su vida.
―Y la necesitará ―dijo la mujer antes de indicarle con un gesto de su mano la dirección que debía seguir para llegar al lugar donde se encontraría con él.
Eva caminó con pasos aún trémulos y dubitativos a punto de sucumbir por el peso del apremio, pero todo rumor de seguridad en su ser terminó de desaparecer de su alma cuando las puertas se abrieron y descubrió aquel rostro justo delante de ella.
La situación cada vez se tornaba más confusa para Eva: El rostro del CEO que acababa de conocer, era el mismo rostro de aquel lobo de sus visiones.
Las cosas estaban listas para que Eva perdiese la cabeza por completo, pero ella no podía perder esa oportunidad; simplemente no podía darse ese lujo.
Ella venía de ser una simple mesera mientras terminaba sus estudios como psicóloga, estudios que tuvo que abandonar al fin de cuentas por las dificultades económicas que enfrentó luego de la muerte de sus padres adoptivos en el accidente de tráfico. Solo había quedado con su hermana pequeña, la que sus padres tuvieron casi diez años después de haberla adoptado a ella.
La suya era una historia bastante trágica, pero Eva no se había detenido en lamentos, ella solo quería procurar salir adelante y sobreponerse a sus problemas aun con todo y aquellas recurrentes alucinaciones que le sobrevenían en los momentos menos imaginados, justo como la de esa mañana que le sobrevino antes de recibir la señal para entrar a la oficina.
Ella se había preparado para dar la mejor impresión. Ella había visto a las otras chicas que habían probado su suerte en esa entrevista y se sintió empequeñecida por la belleza rebuscada que todas exhibían. Maquillajes exagerados y vestidos superelegantes opacaban a la chica de ropa sencilla y cabello negro recogido en una práctica cola de caballo que había decidido llevar Eva. Su mejor arma para quedarse con su puesto estaba en su carisma natural y en su ánimo efervescente, pero todo eso desapareció cuando, sentado detrás de un inmenso escritorio, encontró al sujeto con el que había soñado toda su vida.
Eva entró al despacho del CEO, pero no supo cómo reaccionar después de aquello.
Aquel rostro perfilado y simétrico, con un par de ojos tan negros como la noche, le hizo estar a punto de perder la cordura cuando lo tuvo al frente. Era esa la mirada de la criatura que había visto apenas en la visión de recién. En ese momento aquellas alucinaciones dejaron de ser tomadas a la ligera para presentarse como algo verdaderamente serio y con el potencial suficiente como para desatar su locura. Eva se quedó muda cuando vio al sujeto levantarse de su asiento para abrochar los botones de un traje negro que cubría su cuerpo que se adivinaba musculoso, para luego comenzar a caminar hacia ella.
Como si se tratase de una extensión de una de esas visiones, alucinaciones o pesadillas, Eva no podía reaccionar. Tenía sus pies lo suficientemente inutilizados como para poder intentar algo en ese momento.
Ella sabía el nombre de aquel hombre, pero era la primera vez que lo tenía al frente. Solo sabía que era el magnate y CEO de la empresa más grande del país, quien estaba en la búsqueda de una nueva asistente. Lo que Eva no sabía era que ese sujeto sería el mismo hombre al que siempre veía en sus pesadillas al transmutarse en aquella criatura de pesadillas.
― ¿Le sucede algo, señorita? ―le preguntó el señor Logan Reich con un tono de severidad y preocupación al darse cuenta de la mala pinta que Eva comunicó por la palidez de su rostro. Ella de por sí tenía la piel tan tersa y lozana como una luna nueva, pero luego del susto que le propició el rostro del CEO, la palidez de su piel alcanzó niveles verdaderamente alarmantes, por lo que el CEO salió a su encuentro para tratar de socorrerle, más por cordialidad que por cualquier otra cosa.
Eva se quedó muda cuando lo vio detenerse delante de ella a solo un paso de sí. Su respiración se entrecortó comenzando a hiperventilar de una forma descontrolada, al tiempo que sus oídos comenzaron a percibir una especie de silbido fuerte y lejano y sus ojos pasaron a mostrarle el mundo delante de ella velado por un manto de confusión. Al poco tiempo las piernas de Eva trastabillaron y estuvo a punto de irse de bruces de no ser por los poderosos brazos que le sostuvieron con fuerza para mantenerla erguida a pesar de su repentino desvanecimiento.
Eva tardó un poco en reaccionar para entender lo que estaba sucediendo.
El CEO se mostró preocupado y le dedicó un poco más de atención de lo que había hecho con las anteriores candidatas, pero nada pudo prepararle para la reacción de aquella joven de cuerpo esbelto y mirada risueña que de un momento a otro reaccionó de manera violenta alejándolo de ella con una fuerza expedita que salió de la nada.
― ¡Aléjate de mí! ―gritó Eva con una fuerza abismal, al tiempo que giraba sobre sus talones y comenzaba a correr para perderse detrás de la puerta, saliendo al pasillo sin detenerse a nada hasta llegar al ascensor donde comenzó a presionar el botón como una enajenada. Eva no se calmó hasta lograr meterse en la cabina del elevador y esforzándose por interponer la mayor distancia posible entre ella y aquella pesadilla que de pronto se le había vuelto real en un santiamén.
Eva levantó la mirada durante un segundo y antes de que las puertas del ascensor se cerrasen por completo, vio delante de ella, a unos quince metros, aquel par de pozos profundos y oscuros como la noche que le miraban con intriga antes de que las puertas de metal se cerrasen por completo para dejarle a solas con su silencio. El descenso a la locura comenzó en ese momento.
― ¿Qué ocurrió, señor? ―le preguntó Gena, la secretaria que estaba a punto de abandonar su cargo y para quien necesitaban encontrar un remplazo.
Logan se detuvo en medio de aquel Lobby y suspiró sin entender del todo como responder aquella pregunta. El CEO levantó su mano y se dio cuenta de que en el forcejeo había terminado con una especie de pulsera que llevaba aquella chica: una pieza de plata con varias lunas colgando de ella. Una prenda llamativa.
―Algo curioso ―sentencio el CEO sopesando lo que no terminaba de entender del todo―… la chica ¿Cuál es su nombre?
La secretaria miró intrigada a su jefe y tardó un segundo en responderle, ganándose así la mirada de reproche de él, quien no soportaba que las cosas no se hicieren a su entera voluntad. La mujer se apresuró entonces a tomar la carpeta que tenía delante donde reposan los datos de las aspirantes que había tenido cita esa mañana y al final de la lista dio con el nombre de la susodicha:
―Eva Moon, señor… era la más joven de las candidatas de hoy.
Lado salvaje― ¡Logan! ―gritó Eva extasiada, lo mismo que impresionada al verse llevada en los brazos de ese hombre imponente que le hacía temblar con solo tocar su piel.Su cuerpo aún iba cubierto con su ropa cuando traspasaron la frontera de aquella habitación, pero Eva ya se sentía desnuda en los brazos de él. Con Logan no había manera de contenerse ni limitarse.― ¡Eres mía, Eva! ¡Mía! ―exclamó Logan con un tono que denotaba excitación, lo mismo que placer.Escuchar aquello logró que en Eva se produjese un estallido de placer incontenible que le hizo mojarse en un instante. Su ropa interior ahora solo era un estorbo, pues ella ya anhelaba estar completamente desnuda para él.Logan le había llevado sobre su hombro, pero al llegar a la habitación que él había preparado especialmente para esa ocasión, dejó que Eva pudiera quedarse de pie para que apreciara lo que él había dispuesto para ella.Eva alternaba su foco de atención mirando el rostro sonrojado de Logan para luego mirar aque
En sus brazos―Aún no me creo que esto lo hayas hecho tú solo ―Eva dejó ir ese comentario en broma para molestar a Logan, por lo que hizo un gesto de buscar con la mirada algún cómplice que se pudiese esconder en el lugar―… dime la verdad ¿Quién te ayudó?Logan sonrió haciendo una mueca para fingir descontento, al tiempo que se llevaba a la boca la última cucharada de su ensalada.― ¿Aún no me crees entonces?Eva sonrió entrecerrando sus ojos con un gesto que imitaba a Logan cuando se molestaba, entonces le dijo.―Es que es difícil creerse que el rudo Logan Reich, Alfa de la manada del gran lobo blanco, tenga la sensibilidad necesaria para hacer un derroche de romanticismo y galantería con una precisión como esta.Logan dejó caer su tenedor y se concentró en dar un largo trago a la copa de vino tinto que tenía delate de él. El licor le bañó la garganta con ese calor que era reconfortante.―Pues si de verdad quieres ser mi esposa, tendrás que acostumbrarte a que el amor que siento por
Un paraíso de amor― ¡Acepto! ―Sentenció Eva logrando hablar luego de sobreponerse al embate de nerviosismo, susto e impresión que le quedó impregnado en el alma luego de que Logan le tomase por sorpresa con aquella petición que fue premeditada con antelación.Logan tomó su mano entonces y le colocó aquella sortija cuyo diamante era una hermosa pieza de joyería que había mandado a preparar desde la noche anterior, cuando en medio de la noche se le metió aquella idea en la cabeza.Él estaba completamente enamorado de Eva y no había forma ni manera de que se pudiese separar de ella, por lo que se atrevió a realizar aquella petición. Un hombre como él jamás hubiese siquiera considerado esa idea, pero todo en su vida había cambiado después de conocer a la mujer que la fuerza del destino había establecido para ser la portadora de su vínculo ancestral.―Logan… no me lo creo ―Eva hablaba con su voz atravesada por un hilo de emoción sin precedentes. Ella estaba condensando en ese momento un c
Volando de amor― ¡Esto es demasiado! ―espetó Eva, quedando impresionada por lo que Logan le proponía.Ella le miró para tratar de entender si era broma aquello que él le decía, pero el gesto calmado y la mirada certera de su alfa le dejó saber que aquello que decía era una petición verdadera.―Nada será demasiado para demostrar cuanto me importa, señorita Moon… ya te dije que quería mostrarte la otra faceta de mi vida como dueño de esta empresa, así que me pareció un buen detalle.Eva estaba anonadada tanto como asustada. Sus cabellos revoloteaban por el viento, pero por mucho que quisiera dejarle en claro a Logan que aquello de tener que demostrarle algo a ella no le interesaba, no podía alejarse de él, sino que se aferró a su brazo cuando salieron a la azotea del edificio.En el centro de aquel amplio espacio se encontraba un helipuerto donde una aeronave con el motor encendido hacía remolinear el viento a su alrededor.― ¡¿Volar en un helicóptero te pareció un buen detalle?! ―Eva
Calma en la tormenta― ¡Salud! ―Logan había hecho chocar el cristal de su copa con el de la copa que Eva llevaba en su mano.Ella, quien no estaba acostumbrada a esas menudencias, se asustó pensando que el cristal podría romperse en el acto, pero Logan sonrió y ella le correspondió el gesto.― ¡Salud! ―le respondió ella llevándose la copa a los labios para imitar el gesto de Logan, quien se bebió de un solo trago el contenido de su copa―… ¿Pero se puede saber por qué específicamente estamos brindando?Eva tardó un poco en acostumbrarse al sabor amargo y efervescente de ese licor, pero al poco tiempo la sensación en su boca le agradó, entonces se quedó en silencio para esperar la respuesta que Logan le debía.Logan sonreía extasiado mirando a esa mujer que tenía frente a él. El CEO de las industrias Reich no podía sentirse más en calma teniéndola a ella consigo.― ¿Acaso no nos sobran los motivos? La junta fue un éxito, la mayoría de los accionistas permanecerán con nosotros, además, l
Una luna entre lobos.― ¿Realmente creen que esto es solo un capricho? ¿O es que ustedes mismos no son testigos de cómo las fuerzas de la naturaleza misma pueden superar lo que el mundo considera «normal»?… quiero que me lo digan los sujetos que se convierten en lobos sobrenaturales cuando hay noches de luna llena.Eva estaba en su elemento. Aquella mesa donde se reunían los miembros de la manada del gran lobo blanco que buscaban respuestas, era para ella como un juego de niños. Ella no sabía de donde había surgido ese ímpetu que ahora le gobernaba. Era una fuerza que le brotaba desde lo más hondo de su ser y que le impulsaba a dirigirse a esos hombres altivos y soberbios que estaban sentados alrededor de aquella lujosa mesa de reuniones en el piso más alto de la torre empresarial más importante de la ciudad.―Señorita, ese no es el punto ―Intentó refutarle Paul, quien se obstinaba en mantener ese tono de falsa conciliación que solo servía para crispar aún más los ánimos de quienes s
Último capítulo