Mientras regresaba a su forma original, Isis sintió una mezcla de alivio y frustración. La transformación no era fácil, pero cada intento que hacía la acercaba más a su destino junto a su Alfa. Mat la observaba con infinita paciencia, consciente de que el camino no era sencillo, pero a su lado, Isis tenía la certeza de que cualquier desafío podría enfrentarse con valor y amor.
— Lo has hecho muy bien, mi Luna —dijo Mat mientras caminaba hacia su lado—. Quiero hablarte de algo muy importante. Ya casi dominas tu forma de ser como loba Ast. Pero sabes que, para convertirte en tu cuerpo real de humana, ¡el Alfa Supremo tiene que marcarte, y yo debo marcar a Ast!— ¿Te refieres a la marca que me explicó mi Alfa el otro día? —preguntó Isis, interesada en el asunto, cansada de habitar solo en sus memorias.— Sí, mi Luna, a esa misma &mdaSabía que sus presentimientos no eran falsos; los vampiros habían logrado localizar sus manadas y habían empleado hechizos que hacían aparecer sus fronteras. Al final, la manada Luna Nueva aceptó integrarse a la suya. Aunque los antiguos se rehusaron al principio, la mayoría decidió unirse a ellos.Realizaron la ceremonia de juramento y otorgaron poderes a todos los miembros. Las mujeres fueron las más decididas; se unieron al batallón de su hermana, que ya dominaba sus habilidades. Los hombres, inicialmente reticentes a entrenar al lado de ellas bajo la dirección de Héctor, se entusiasmaron al presenciar las batallas que llevaban a cabo Merytnert y Héctor durante el entrenamiento, y ahora entrenaban juntos con gran fervor.La manada de hombres del padre de su Luna también se incorporó a ellos. ¡Era un increíble batallón mortífero, lleno de poderes!
Teka continuó explicando que Horacio debía enviar energía al corazón de su mitad hasta que ella se acostumbrara a vivir por sí sola. Esta explicación hizo que el Alfa respirara aliviado ante la simplicidad y la esperanza que sugería esta solución.—Tienes que explicárselo todo, mi Alfa, para que logren despertar, porque Horacio ha intentado hacerlo varias veces, pero siente cómo el corazón de Julieta late desesperadamente y luego se detiene —continuó el gran doctor Aha—. Dile que, antes de hacer cualquier esfuerzo, debe darle energía al corazón de Julieta.—Muy bien —respondió el Alfa, convencido de que había encontrado la ruta precisa hacia la solución.Con toda la determinación de un líder en su misión, se concentra y comienza la transformación del Alfa Supremo. La transformación
Después de practicar un poco más, Isis ya puede caminar sin problemas. Ast y ella se han unido y dominan mejor cada movimiento, pero Isis sigue sin poder ver a través de los ojos de su loba, lo que la frustra profundamente. Cada paso que da, aunque firme y seguro, viene acompañado de una tiniebla que le impide ver como desearía. Frustrada, le cuenta a Ast lo que le dijo Mat, el lobo del Alfa Supremo, y ambas acuerdan el siguiente paso a seguir. Desean estar con su mamá y su papá, y también quieren hacer lo otro. Saben que los demás las entienden con empatía y sin necesidad de palabras.—¿Ya empezaste a delirar, Isis? —escucha de repente, como un eco familiar que resuena suavemente en su mente. Era la voz de su conciencia, apareciendo de nuevo, esa inmutable acompañante que siempre estaba presente cuando faltaba Ast.—¡Oye! ¿Dónde estuviste todos estos d
La oscuridad era absoluta, una densa negrura que parecía devorar incluso el propio paso del tiempo. Isis ignoraba que en esta isla, en esta época del año, los días eran cortos. No había previsto que el autobús del hotel la dejaría sin taxis a la vista, y mucho menos que aceptaría tomar un aventón con un extraño de regreso al hotel, simplemente porque el hombre decía que trabajaba allí.—¿Qué estaba pensando?— murmuró para sí misma.Mientras tanto, Isis observó cómo el extraño conducía a una velocidad vertiginosa, sumergiéndose más profundamente en el bosque y en un envolvente manto de oscuridad. La carretera asfaltada dio paso a un camino de tierra, y sólo los faros del coche lograron atravesar la noche omnipresente.Cuanto más avanzaban, más se adentraban en la inhóspita naturaleza salvaje, dejando atrás cualquier rastro de civilización. A su lado, el extraño al volante se había sumido en un silencio sepulcral, con los ojos fijos en el camino que tenía delante mientras el vehículo su
Comencé a gritar desesperadamente, despertando a mis padres y a todos en el campamento. Un trabajador acudió en mi ayuda, atacando al lobo que me llevaba. El lobo empezó a correr más rápido. Sentí un fuerte golpe en mi cabeza y vi aparecer una luz blanca antes de caer inconsciente.Cuando desperté, estaba en un vuelo a Francia con mis padres. Tuvieron que realizarme varias operaciones para reparar mis tendones y músculos desgarrados. Afortunadamente todo salió muy bien, para asombro de los médicos, y mi recuperación fue notablemente rápida. Al final, sólo me quedó una pequeña cicatriz en la pierna, que fue ocultada ingeniosamente por hermosos tatuajes.Sin embargo, desde aquel incidente, tan pronto como escucho el aullido de un lobo, aunque sea en la televisión, mi miedo comienza a abrumar mi razón, y una intensa necesidad de huir se apodera de mí, resultando muy difícil de controlar. Mi miedo es tal que puedo encontrarme corriendo grandes distancias sin siquiera darme cuenta.Fin de
La oscuridad que rodeaba a Isis comenzó a disiparse lentamente. A medida que su conciencia emergía del abismo del inconsciente, los recuerdos de la noche anterior se entrelazaban con sueños febriles. Imágenes de lobos emergiendo de la oscuridad para atacarla y susurros en un idioma olvidado danzaban en su mente, mezclándose con la realidad de la habitación en la que ahora despertaba. Isis no comprendía qué había sucedido. Tras el impacto en su cabeza, la oscuridad se apoderó de todo. Se percató de que estaba recostada en una cama de una suavidad excepcional. Voces indistintas flotaban a su alrededor, irreconocibles y lejanas. Intentó abrir los ojos; sin embargo, una pesadez abrumadora se lo impidió volviendo a dormirse. Cuando recuperó de nuevo la conciencia, estaba sola. Con cautela, intentó sentarse, lentamente para evitar marearse. La sensación de vértigo persistía, pero logró mantenerse erguida. A su alrededor, el silencio era tan profundo que podía oír el latido de su propio c
Isis suspira y deja de pensar en su vida. Abre los ojos al darse cuenta de que se le ha pasado el mareo. Debe averiguar qué le sucede cuanto antes y avisar a sus padres. Con un poco de esfuerzo, logra sentarse y lleva la mano a la cabeza, sintiendo que la venda está húmeda. Parece que sigue sangrando.—Uff... creo que no voy a poder ir al baño—, murmura sentada en la cama. Se desliza hasta colocar los pies en el suelo, pero un fuerte mareo la hace volver a caer hacia atrás en la cama. —¡Diantres! Por este camino me orinaré en la cama. ¿Dónde estoy? ¿Por qué nadie ha venido a verme? Isis trata de recordar todo lo que sucedió. Por suerte o por desgracia, tiene una memoria fotográfica, pero en este momento su memoria no le devuelve nada útil. Decide ser paciente y ver qué sucede.¿Habrán recibido sus padres la carta que le dejó? Se pregunta ahora preocupada, pensando que no debió hacerles eso. Aunque su padre la protege con tanto cuidado, en lo más profundo de ella sabe por qué lo hace
Jackin Arrington, conocido como el Alfa de la poderosa manada "La Maat Ra", en realidad lleva el nombre de Horus y su mitad lobo se llama Mat. Es hijo del último faraón sobrenatural de Egipto, Ransés, y de la gran esposa real Nefertari. Como único príncipe heredero, posee los grandes poderes que alguna vez ostentaron los faraones de esa estirpe. En Horus se han reencarnado los poderes del hijo de los dioses, Isis y Osiris de Egipto. Con casi mil años de edad, se niega a volver a sentir el dolor de la pérdida, por lo que no desea encontrar a su mitad, su Luna. Después de la gran guerra en la que fueron atacados por Apofis, muchos tuvieron que huir hacia otras tierras. En el caso de Horus, escapó junto a sus padres, los faraones, su pequeña hermana y todos los niños del imperio. En el camino, sus padres se sacrificaron para ponerlos a salvo, perdiéndolos junto a su hermana menor la princesa Merytnert. Fue entonces cuando llegaron a refugiarse en esta isla, donde han vivido en paz desd