44. LA FIESTA DE SILVER HOLLOW
BLAIR
¡BAM!
Ese Alfa egocéntrico estaba tan metido en su papel de matón que ni siquiera esquivó el ataque directo a su cabeza.
El cubo impactó de lleno, pero lo empujó con una fuerza atroz contra la pared antes de que se derramara toda la basura sobre él.
El estruendo fue un alto en esa absurda pelea.
—Blair… ¿por qué…? —se giró para mirarme lleno de incredulidad.
Su cabello claro, todo revuelto.
—¡Srta. Morgan para usted, y no voy a admitir que se comporte como un idiota en mi bar!
Le grité sacando agallas, porque estaba rabiosa y admito que un poco frustrada con su actitud.
—¡Lo estás eligiendo a él! —me rugió con los caninos afuera, perdiendo por completo los papeles.
Quería gritarle qué carajos le pasaba. Se estaba exponiendo, haciendo parecer que teníamos algún tipo de relación secreta o algo así…
Dio un paso adelante para tomarme del brazo, pero Rowan hizo por interponerse.
—No, quédese ahí también —le pedí estirando la mano, porque el lobo de Rhett ya asomaba por sus ojos.
—No