CAPÍTULO 57 — Secretos del pasado
Isabella y Gabriel se levantaron juntos, todavía con esa sensación de calma y dulzura que les había dejado su reconciliación. Desayunaron en silencio, intercambiando sonrisas cómplices, conscientes de que cada gesto, cada mirada, era una promesa de que las heridas del pasado empezarían a sanar.
Gabriel, mientras se ajustaba la corbata frente al espejo, se giró hacia su esposa.
— Hoy tengo una reunión importante —dijo con serenidad—. Si todo sale bien, este nuevo proyecto puede abrirnos muchas puertas.
Isabella lo miró con ternura.
— Sé que te irá bien, como siempre. Solo recuerda no exigirte tanto.
Él sonrió y se acercó a besarla en la frente.
— Prometo intentarlo. Y también prometo que, apenas cierre este contrato, te llevaré a ese viaje que tanto nos merecemos.
— ¿Lo dices en serio? —preguntó ella, ilusionada.
— Sí. Solo tú y yo. Sin trabajo, sin interrupciones —confirmó, mirándola con amor.
Isabella asintió con una sonrisa. Lo observó salir por la