CAPÍTULO 122 — Chantaje

Isabella había logrado despedirse de Ángel Mendoza y de Bárbara Greco con la sencilla excusa de buscar a su marido, pero en realidad lo único que deseaba era alejarse de ambos. Necesitaba espacio, aire, un minuto para ordenar sus pensamientos después de haber sentido que solo buscaban dinero en ella.

Caminó con prisa hacia uno de los pasillos laterales del salón, un corredor que conducía hacia los baños y que rara vez usaba alguien en ese tipo de reuniones. Sin embargo, apenas había avanzado unos pasos cuando una mano firme se cerró alrededor de su muñeca, obligándola a detenerse.

— Isabella —dijo Alejandro, arrastrándola con suavidad pero con determinación hacia un rincón del pasillo—. Tenemos que hablar.

Ella cerró los ojos un instante, exasperada, reuniendo fuerzas para enfrentarlo.

— Alejandro —susurró, soltándose lentamente de su agarre—, ¿qué estás haciendo? ¿Cómo se te ocurre interceptarme aquí? Este no es el lugar.

Él levantó las manos, como queriendo m