Poco a poco fui abriendo los ojos, viendo a personas con la bata blanca a mi alrededor, me quedé mirando y según me fije vi una maquina que tenia a mi lado pero que casi no hacía ruido, aunque tampoco que digamos que era muy silenciosa.
— James avisa al doctor, nuestra niña ya está despertando — me pareció escuchar la voz de Doroty hablándole a su nieto—
— Hola preciosa ¿cómo te encuentras? — oí la voz de Cristofer a mi lado, sintiendo en mi mano, el calor de las suyas
— ¿Cristofer?¿de verdad eres tú? — pregunte con la voz rota ya que casi no podía hablar
— Si mi amor, soy yo, llevas tres días dormida y ya pensábamos que no despertarias, que no volvería a ver esos preciosos ojos tuyos — me dijo sintiendo sus calientes labios mientras besaba mis manos
— Hola mi amor ¿cómo estás? vaya susto que nos dieron cuando William me llamo diciendome que estas aquí y que habías perdido mucha sangre — me dijo Dorothy
— ¿Y Melissa?¿Dónde está mi hija? quiero a mi niña — grite llorando
— Tranquila