Por la tarde, Dorothy mando a Jose el chofer a recoger a mi hija, ya que ninguno de los dos hermanos regresaron a casa en todo el dia y ella no quería dejarme sola, además de que deseaba hablar a solas con sus nietos y aclarar lo que estaba sucediendo conmigo. pero no fue así. Mi hija vino del colegio muy contenta, me abrazo, dándome dos besos igual que a su abuela y a su tita marchándose a buscar a su padre por toda la casa
— Mamá ¿y papá? — me pregunto
— Mi amor, papá está trabajando, vez a la cocina a merendar que Feli te está esperando— le dijo Dorothy
— Mamá, ¿qué te pasa, estás triste? — me pregunto mi hija, abrazandome
— No me pasa nada cariño, son los bebés que se empiezan a mover y estoy cansada, no te preocupes mi amor, anda ves a merendar bichito — le dije
Después de bañar a mi hija, Loren y yo nos fuimos con ella a su dormitorio para acostarla en su cama y contarle su cuento, mirándonos mi hija mientras sonreía
— Peque a dormir, te voy a contar el cuento, pero quiero ver