Laila era una chica que vivía bajo las restricciones de sus padres, ella nunca había pedido más de lo que tenía, era feliz tal y como era. Vivía en un pueblo muy pequeño llamado Brocklyn ubicado al norte de los Estados Unidos. Allí todos tenían costumbres muy extrañas por lo que no era muy común ver a personas nuevas por el pueblo, así que cuando alguien nuevo llegaba era señalado como "el punto rojo" llamando la atención de todos y despertando la curiosidad en los habitantes. Desde que Laila nació sus padres la cuidaban como un lingote de oro repitiendo cada día las mismas palabras "Laila, tienes prohibido salir de casa y el día que lo hagas ya no seremos tu padres". Pero ella no sabía el gran significado de estas palabras y tampoco tenía curiosas por descubrirlo porque la palabra de sus padres era sagrada. Asi que mientras sus hermanos andaban de fiesta cada noche, ella se quedaba en casa leyendo o estudiando para terminar la universidad con excelentes notas porque su mayor y único sueño era terminar su carrera de medicina. ¿Pero que pasa si llegaron vecinos nuevos llamando la atención de Laila? ¿Y si todas esas dudas que nunca había tenido de repente comenzaron a llenar su cabeza? ¿Laila habrá detenido sus impulsos o terminó envulta en una gran tragedia?
Leer másMonstruos.
Cuando escuchas esa palabra de seguro piensas en algún animal grande, que te ataca en la noche en medio de la oscuridad o simplemente piensas en esos que salen en las películas y cuentos.
Pero no todos tenemos la misma definición de esa palabra, yo antes estaba de acuerdo con ustedes... se los puedo asegurar, pero cuando llegó él a mi vida me demostró que no tengo razón, cambió todas mis expectativas dejándome llena de dudas y queriendo encontrar respuestas.
Y si me preguntan si los monstruos existen, yo digo que si, que viven muy dentro de nosotros y cuando salen a la luz pueden llevarse todo a su paso dejando a tu alrededor una capa de oscuridad que te lleva a caminar en la sombra de la noche.
¿Qué se siente ser uno de ellos?
Tengan por seguro que no es nada agradable ver como tus manos se llenan de sangre y como tus días se vuelven oscuros y llenos de odio, "pero si ellos acaban con tu vida, ¿por qué no acabar tú con la de ellos?", esa fue la frase que sacó el monstruo que llevo dentro obligándome a vaciar todo a mi alrededor para vivir en la oscuridad de la noche, con mis manos manchadas de sangre, pero con el corazón libre de penas.
Laila Smith. Llegué a casa de los Brown después de una larga discusión con mis padres de mentira, Andrea se quedó jurando que no sabía nada de lo que estaba hablando, según ella me estaban lavando el cerebro y yo estaba entregándome fácilmente a los hijos del Caído.—¿Estás bien?— preguntó Caleb que había llegado a mi lado con una taza de té y unas galletas de chocolate.Suspire y pase una mano por mi cabello frustrada— Todo esto me confunde, es que muchas cosas me encajan, pero otras no las entiendo.—Es cuestión de tiempo hermana— mi piel se erizó al escuchar la última palabra de la oración y él se dio cuenta por qué rápidamente se disculpó— No era mi intención incomodarte, lo siento mucho.—No pasa nada Caleb, soy tu hermana y tengo que adaptarme a eso— di unos golpes en el asiento que estaba a mi lado para que él se sentará— Cuéntame todo. ¿Puedes?Asiente y pone la taza de té en mis manos— Venimos de una familia no muy
Laila SmithTodos estábamos reunidos en la sala de la casa, Miguel estaba a mi lado en el sofá mientras que Mario, Melody y la señora María estaban sentadas en diferentes sillones, hasta el chico Caleb estaba presente.—¿Estás segura de que quieres escuchar la historia Laila?— preguntó la señora María una vez más.Yo solté una larga respiración y me acomodó en el sofá para mirarla fijamente— Estoy segura de que quiero saber por qué maté a una persona inocente antes de que la culpa no me deje dormir.—Bueno Laila escucha bien— ella recogió su pelo en una pequeña coleta y se puso de pies para comenzar a hablar— Tú perteneces a una familia poco común, ustedes son personas muy extrañas que nacen para matar a sangre fría sin pensarlo y nosotros somos sus protectores— hizo una pausa y se detuvo a observar mi semblante que estaba serio intentando procesar todo lo que me estaba contado— ¿Estás bien?—Sí, estoy bien. Por favor continúa.
Laila Smith.—¿Laila, pero estás bien?— papá estaba delante de mi cama con una gran cara de preocupación.—Si papá, estoy bien— aseguré en un susurró entrecortado que logré gesticular, me sentía bien aunque no lo pareciera en ese momento.—¿Qué te pasó?— preguntó una vez más pasando su mano por mi pelo para acariciarme, pero yo no podía dejar de mirar mis manos y mi ropa llena de sangre.—No… No, no sé papá— niegue con la cabeza.Sus ojos examinaban todo mi cuerpo, pero yo solo miraba mis manos que tenían sangre seca y mi ropa que estaba igual o peor, ya que olía muy mal y estaba regada por varias partes.—Intenta recordar cariño, necesito que recuerdes algo por favor— estaba intentando ser paciente y no perder la calma delante de mí, lo podía oler.—No… No recuerdo nada— lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas sin parar.Por un largo rato solo estuvimos en silencio intentando tranquilizarme, papá me pedía una y ot
11 meses antes.Bosque de Brocklyn.Miguel Brown.—Mamá ya te dije que la chica está bien, sus padres la cuidan muy bien— le aseguré para qué se quedará tranquila— Déjame volver a casa, llevo un mes en este asqueroso bosque.—Que no, y no digas más que sus padres la cuidan, porque ellos no son sus padres— me regañó una vez más y mi oído comenzó a dolerme de tantos gritos que había escuchado en una noche.—Ok, ok— puse los ojos en blanco porque sabía que no me podía ver y solté una gran respiración pasando una mano por mi cabello para regalo un poco— Mañana te daré noticias, voy a buscar a Caleb que se me perdió.—Cuídala mucho y no regreses hasta estar seguro de que aún su gen no se ha reproducido lo suficiente.—Así será— le tiré un pequeño beso y colgué la llamada.
Laila Smith.—Amén— dijimos todo dando por terminada la reunión de la noche.Todo el pueblo estaba en la iglesia, como el domingo no se pudo hacer el culto habitual el líder decidió cambiarlo para el lunes en la noche. Hasta la familia Brown estaba presente sentada en las últimas filas de atrás, en cambio yo y mi familia estábamos delante.—¿Quién es?— preguntó Simón tapando mis ojos con sus manos, su olor podía reconocerlo a kilómetros. Pero le gustaba mucho hacerme esas bromas.—Simón.—Ay que pesada, podías haberte hecho la que no me conocía— se quejó haciendo uno de sus dramas y sacándome la lengua.—Pesado tú— le saqué la lengua yo también y nos echamos a reír.Como me tocaba volver sola a casa esa noche, no tarde en despedirme de todos y salir de la iglesia, papá y todas las personas mayores tenían una reunión con el líder, que no sabía muy bien a que venía, pero ellos eran así de raros. Simón no podía acompañarm
Laila Smith.—Buenos días, familia— saludé al sentarme en la mesa donde todos estaban desayunando.—Buenos días, cariño— me respondió papá que fue el único que se molestó en levantar la mirada y dedicarme una sonrisa.Todos tenían una gran cara de cansancio y mamá ni me dirigió la palabra, aún estaba molesta por lo del día anterior y pensé en pedirle perdón, pero mejor esperaba a la noche para que se calmara un poquito más.—Ya me voy que la universidad, adiós— deje el plato sucio en el lavadero y tome la mochila en mano.— Valla con el Supremo hija mía— volvió a responder papá dejando un beso en mi frente.—Amén padre.Todas las mañanas iba caminando hasta la universidad, ya que no quedaba muy lejos de casa y tampoco tenía coche, ni licencia para conducir, así que me tocaba andar hasta allá, a veces en compañía de Simón mi único amigo y el hijo
Último capítulo