Una semana después
El reloj avanzaba con una calma que parecía burlarse del nerviosismo de Darina.
Cinco días más y la operación que tanto temía se llevaría a cabo. Un miedo profundo la envolvía, aunque el día de hoy había comenzado con una pequeña luz de esperanza.
A pesar del peso que llevaba sobre sus hombros, se sentía aliviada al saber que los pequeños Rossyn y Helmer estaban saludables, sin ningún problema de salud. Ese fue un respiro para ella, un alivio que le permitió relajarse por un momento.
La noticia del bienestar de los niños había calmado parcialmente su angustia, pero el verdadero peso recaía sobre Hernán, sobre el último examen que tenía que hacerse antes de la operación.
Cuando Hermes le sugirió que se fueran al hospital para el último estudio, ella aceptó, aunque sabía que no podría evitar la ansiedad que ya la consumía.
Hermes había tenido que ir al banco para resolver algunos problemas, lo que dejó a Darina sola para llevar a Hernán al hospital.
Una vez allí, se ac