Punto de vista de Isla
Dos años después.
Estaba de regreso en Nueva York. No por Damián, sino para asistir a la Cumbre Global de Sanadores Sobrenaturales.
Era la cima de mi carrera.
—¡Isla! —Clara corrió hacia mí y me abrazó. —Diosa, ¡te ves increíble!
Era cierto. Había cambiado. Dos años de investigación habían llevado mis habilidades a un nuevo nivel.
Ahora era la Sanadora Maestra más joven en la historia del Gremio.
Más importante aún, había encontrado paz.
—¿Y quién es “nosotros”? —Preguntó Clara, alzando las cejas con picardía.
Me giré justo cuando Esteban se acercaba.
Lucía impecable en un traje negro perfectamente entallado, con su sonrisa cálida de siempre.
—Este es Esteban. —Dije con voz firme y serena mientras tomaba su mano. —Mi compañero en la investigación… y en la vida. Mi compañero elegido.
Clara nos miró y una chispa de comprensión apareció en sus ojos.
—Ustedes dos…
—Sí. —Respondí, entrelazando mis dedos con los de Esteban. —Estamos juntos.
La gala de celebración s