AURORA
Había salido del palacio después de mucho, no a la manada real como tal, sino a las cercanas.
No sé cómo logré convencer a Kayne de dejarme salir con Lessan, va a mi lado conduciendo con una sonrisa en el rostro por eso.
Dice que fue una pequeña victoria que piensa disfrutar cada segundo.
Sonrío junto con él, admirando el paisaje verde con un cielo gris que de alguna forma lo hace nostálgico.
Hoy no escuché los susurros de Andras, hoy no sentí esa opresión extraña en el cuerpo y eso en vez de hacerme sentir aliviada me hace sentir preocupada.
Su silencio no me gusta, es pesado, abrumador, peligroso.
Talvez por eso Kayne me dejó ir, dijo que tenía algo que hacer y algo me dice que eso tiene que ver con él.
Entramos a la manada de uno de los chicos, quien nos espera alegre en la entrada, a su lado hay una joven hermosa, debe ser su compañera.
—Mira nada más, la hermosa Reina visitando los pobres plebeyos.
Nos echamos reír y por supuesto que fui a abrazarlo.
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