10.
KAYNE
Lo había sentido desde que el día comenzó: una inquietud, un fuego ardiendo en mi interior, algo agitándose, despertando con fuerza.
Él lo sentía. Desde la oscuridad de mi mente se levantaba, avanzaba al frente, sus ojos carmesí brillando, pero esta vez no era por sangre, no era por querer destruirlo todo como ha hecho desde que llegamos a la edad adulta.
No.
Es por ella.
Aurora.
Un nombre muy hermoso, digno de una Reina que aún no sabe que lo es.
Pero lo será; lo sabrá cuando ya esté en mis manos, cuando su cuerpo y su alma me pertenezcan.
Alioth gruñe en mi interior ante ese pensamiento, deseando que caiga la noche, deseando, por primera vez en décadas, que la luna llena se alce en el cielo, aunque eso lo convierta en su peor versión.
Y yo… espero que me permita acercarme solo un poco, lo suficiente para comenzar a conocerla.
Sonrío mirando la manada a lo lejos, el sol en su punto más alto, anunciando la mitad del día que ya espero con ansias y pase.
Detrás de mí están el mont