NARRADOR
El cielo seguía teñido por los opacos colores de un día lluvioso. No había brisa, no había frío, solo la quietud de un momento que estaba por romperse.
De un lado, un ejército implacable espera, la tensión de sus cuerpos y la inquietud de sus lobos los mantienen alerta ante cualquier amenaza.
Frente a ellos Kayne, mirando fijamente la bruma agitandose del otro lado, percibiendo las muchas presencias que aún no cruzan.
La buscaba a ella, esperaba poder sentirla a través del vínculo, pero todo lo que había era un silencio que gritaba demasiado.
Del otro lado están las creaciones de Andras, gruñendo ansiosos, esperando la más mínima señal del hombre que se mantiene al frente solo mirando la bruma que pronto cruzaría.
A su lado está la bruja lista para moverse por él, sus tres generales de confianza y unos pasos más atrás, ella.
Aurora.
No hay vida en sus ojos negros como la noche, solo una inmensidad que parece tragarse toda la luz.
Lleva un vestido negro revelando las lunas c