El coche giró en el aire y luego cayó a la carretera fuertemente.
Los coches que seguían a Natalie se detuvieron, y al ver que el asiento del conductor había quedado aplastado, un hombre vestido de negro dijo: -El coche se ha estrellado así, ya debería estar muerta.
El hombre al mando no dijo nada y marcó un número.
-Señor Tadeo, el coche está volcado a un lado de la carretera, debería estar muerta.
-¿Debería?-La voz siniestra de Tadeo le produjo escalofríos.
-El asiento del conductor ha quedado aplastado, casi no es posible que sobreviva.
Tadeo se mofó: -¡Ve a comprobarlo, quiero una respuesta definitiva!
Después de colgar el teléfono, el hombre miró a él y le dijo con indiferencia: -Ve a comprobar si está muerta.
El hombre se quedó helado, luego su cara se puso blanca, -Tigre... Ese coche ya pierde aceite, podría explotar en cualquier momento... Yo...
Antes de que pudiera terminar la frase, fue abofeteado por Tigre.
-¡Date prisa, no digas tonterías, o te mato ahora mismo!
Mirando la