El rostro de la asistente de Camila cambió ligeramente, evidentemente no esperaba que Lucía reaccionara con tanta calma e incluso hiciera una indirecta sobre el incidente anterior cuando Camila "accidentalmente" le derramó café. Soltó un pequeño bufido, sacudió su cabello y dijo con arrogancia: —Ya que hubo un problema con el vestuario, espero que no retrases la filmación. Si afecta a todo el equipo, es una responsabilidad que no podrás asumir.
Lucía continuó ordenando tranquilamente su estuche de maquillaje y, sin levantar la cabeza, respondió: —No te preocupes por eso. Si yo no puedo asumir esa responsabilidad, hay otras que mucho menos. Mejor regresa rápido y dile a Camila que durante la filmación concentre su energía en su actuación en lugar de estar haciendo estas pequeñas jugarretas.
La asistente, incapaz de responder, le lanzó una mirada fulminante a Lucía antes de marcharse con el resonar de sus tacones altos.
Lucía observó su silueta alejándose, con un destello de frialdad en