Lamento mucho los días sin actividad. Lo cierto es que no me gustan las pausas prolongadas y dejar a los lectores esperando, sé que se aburren de hacerlo. Estos días estuve entre la vida y la muerte (mentira, exagero). Pero si pase por el resfrío más desagradable que me tocó padecer. Me dolía hasta el alma y parece que la resistencia de la juventud me está abandonando. Pido muchas, muchisimas disculpas a todos ustedes. Intentaré regresar al ritmo habitual lo más pronto posible. Gracias por esperar.