Capítulo 259
María llegó al hospital y bajó del carro. Aunque a Lucas le caía mal lo mimada que era, igual se quitó la chaqueta de mezclilla y se la lanzó:

—Tu ropa está hecha pedazos.

María miró y vio lo mal que estaba. Nunca en su vida se había sentido tan desarreglada.

Agarró la chaqueta que Lucas le tiró y se la puso: —Gracias.

—No es nada, no tienes que agradecer —le contestó Lucas, quitándole importancia.

—Cualquiera en mi lugar haría lo mismo, no es para tanto.

María miró a Lucas. Siempre lo había sentido insoportable, pero hoy no le parecía tan terrible.

—Bueno, ya que estamos, vamos, te ayudo a entrar —dijo Lucas, y comenzó a caminar hacia el hospital.

María lo siguió rápido:

—Oye, ¿me prestas otra vez tu celular?

Lucas sacó el teléfono y se lo pasó.

María marcó el número de Brooks. Cuando le contestaron, dijo: —Estoy en el Hospital el Divino Niño, ven, necesito hablar contigo.

—Está bien —contestó Brooks.

Antes de colgar, María añadió:

—No le digas a mi hermano que te llamé.

Ella quería a
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