Quedamos el resto de la tarde perdidos entre las labores, cuando llegaba la hora de terminar mi jornada laboral, me fui casi de un brinco corriendo, y justo en el ascensor me encontré con Fabian - a donde vas Ana ? - dijo con desdén
- Recuerda tu cena de hoy - dijo tomándome la muñeca para ir a el estacionamiento
- ¿ No sería apropiado cambiarme ? - pregunte más como una excusa que porque realmente quisiera
- Quieres arreglarte para el - dijo con la mandíbula tensa - pues ni modo nos iremos así - dijo sin más halando hasta el estacionamiento
Nos subimos al carro y casi o fue silencioso e incómodo, realmente Fabian se veía furioso.
El carro se detuvo frente a uno de los restaurantes más reconocidos de toda la ciudad. Fachada moderna, valet parking y un letrero dorado que brillaba como si supiera lo que estaba por ocurrir adentro. El lugar donde las figuras más influyentes cerraban tratos, fingían matrimonios felices o tenían cenas que terminaban en secretos bajo las sábanas de