Dulces sueños mi innombrable...
El tira y afloja de nuestro grupo con los hermanos O’Connor ha llegado a un punto de no retorno.
Los chicos los odian, las chicas no los soportan o intentan hacerse las desentendidas y nosotros con Jex como el jamón del sándwich, pues en estos momentos estar con dios y con el innombrable se me está haciendo demasiado difícil.
¡Me tiene tomada mi mano aprisionanda entre la suya y eso que le cuelga entre las piernas y su mano!
Es que se está pasando, pero lo he estado aguantando solamente porque está calentito y en cierta forma me gusta.
Después del impasse de los hermanos O'Connor con Vannah, la psiquiatra amiga de Val, ahora estamos todos sentados en las tumbonas comiendo dulces y tomando café, mientras los chicos siguen reclamando por como los hermanitos descendientes de Higlander se portaron como unos verdaderos cretinos y las mujeres comienzan a sacar sus conjeturas.
Y, aunque el mayor de los O’Connor se tuvo que ir a ver algunas cosas de su empresa, en domingo (a otro perro con es