La barbacoa de los Scott p2.
Me lleva el… ¿estos imbéciles podrían ser menos notorios en el interés por mi esposita?
—¿Me puedes pasar la sal Daniela?— « ¿mi pidis pisir li sil, Dinila?»
Tanta amabilidad de estos dos idiotas me está provocando náuseas, es que ambos hermanitos se han dedicado todo el puto almuerzo a hablarle a mi querida esposita y ella les responde hasta la más mínima pregunta.
—Jex, ¿me pasas el aderezo?
—¿Eh?— digo volteando mi cara para ver quién me habla.
—El aderezo, muñequito de pastel, ese que está frente a tu nariz.
—Oh, sí, perdón. Toma Amijefa.
—Gracias mi ex guardaespaldas favorito.
—Así que eras guardaespaldas — me pregunta el hermano número uno.
—Así, es— respondo por cortesía.
—¿Y tuviste algún problema? ¿ Te dieron de baja o algo por estilo? Que te dicen mi ex.
—No, para nada. Es solo que desde que nos casamos con Dani decidí dejar todo eso atrás y trabajar detrás de un escritorio— a preguntas idiotas, mentiritas piadosas.
—Así es, señor O’Connor, Jex ahora trabaja directamente co