Enterarme que Jex había salvado a su novia del ataque de un loco me alivió, sobre todo porque no le pasó nada, pero acabo de tener una conversación con Dana que me dejó con un mal sabor de boca...
Era cierto que no nos caíamos bien, pero que me gustara era otra cosa. Sí, ya sé que en algún momento lo puse en mi top 3 de guapetones, pero lo que tenía de bonito lo perdía al abrir la bocota y despotricar en contra mío.
No negaré que tenerlo cerca me producía algo extraño, pero era porque siempre me ayudaba a cuidar a Sarita y se lo agradecía. Sí, eso era, solo gratitud y nada de lo que pensaba Dana, lo cual se había disipando con su casi inexistencia ya en esta casota.
Me acosté y no quise darle más largas al asunto. Ya no quería más líos en mi vida...
El día de hoy estábamos las dos conversando con Alma de su pronto alumbramiento y de lo bonito que era estar en la dulce espera, una que yo no conocía, salvo por el embarazo de mi mamá.
Esa era la historia que les contaría hoy a las chi