Estaban por ingresar a una de las plataformas del área cuando una estridente alarma comenzó a sonar, todo el personal se movilizó hacia las salidas y el sistema de seguridad que cerraba automáticamente las puertas se activó, dejando solamente disponibles dos salidas de emergencia, hacia las cuales se dirigían las personas que evacuaban el lugar.
–¿Qué es eso? –preguntó Ignacio.
–Algo activó la alarma, debemos salir de aquí.
–Qué conveniente –expuso Ignacio.
Él y Evana siguieron la fila de personas que se dirigían a la salida de emergencia más cercana, ambos llevaban el ceño muy fruncido, ya que entendían perfectamente que todo podía ser un acto desesperado por impedir que ingresara al laboratorio y se diera cuenta de alguna anomalía.
–Esto es tan sospechoso como la acción de impedir mi ingreso –insistía Ignacio.
–En mi interior quería darle el beneficio de la duda, pero esto ha sido demasiado evidente.
Al llegar al área donde