Evana lo miraba fijamente y encontró sinceridad en sus palabras, por eso lo interrumpió para decirle:
–Acepto que los visites Ignacio, no voy a negarte que pases tiempo con ellos, sin embargo, no debes forzarlos, son muy suspicaces, te harán preguntas y tienes que responderles honestamente, también van a cuestionarte, así que debes llenarte de paciencia, son muy buenos y nobles, pero entiende que no sabían nada de ti hasta hace poco.
–Lo sé y reconozco que me gané sin mucho esfuerzo el que no me incluyeras en sus vidas, a pesar de que están convencidos de que las palabras de tu hermano son correctas, yo sí voy a intentar recuperar el tiempo perdido para compensar mi ausencia.
–¿Tu esposa te lo permitirá?
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