Capítulo: La Loba que se Eligió a Sí Misma
Punto de vista: Nayara
Estaba allí, a mitad de la sombra, envuelta por el murmullo de los árboles que rodeaban la plaza central. Desde esa distancia, la luz de la luna descendía en haces pálidos, como si los dioses me acariciaran el rostro con dedos de plata, y aun así, nada en el mundo lograba calmar el huracán que se había formado dentro de mi pecho. Me había alejado. Había dejado atrás a la compañera de ese maldito doctor Varek, otro infiel, otro traidor que había violado el vínculo sagrado, deshonrando a su verdadera compañera como tantos otros en esta historia podrida de mentiras.
Los murmullos se esparcían como humo sobre la plaza, las palabras flotaban con la frialdad de las confesiones que no deberían haberse pronunciado en voz alta. Y, sin embargo, ninguna de esas verdades filtradas me hizo estremecer tanto como ese momento… ese instante en que escuché mi nombre. Primero en voz baja. Casi como una plegaria. Luego, como un grito nac