El expediente clasificado del Caso Alpha yacía escondido bajo una pila de publicaciones de neurociencia en el laboratorio, un secreto a voces que solo Cassian y Elara conocían. Elara había pasado la noche anterior releyendo las páginas que quedaban, intentando descifrar el informe incompleto y buscando cualquier referencia cruzada que pudiera conducirla a una copia de la Página 20 en los archivos oficiales de St. Jude's. Cassian, el hombre que ella había amado y que la había traicionado, se había cubierto, y esa pequeña muestra de egoísmo era suficiente para anular cualquier atisbo de compasión que la historia de su hermana hubiera despertado.
Su plan era simple: seguir a Cassian, simular su total confianza y, en el proceso, recuperar su honor robado, aunque para ello tuviera que desmantelar la vida de él.
Esa mañana, Elara estaba programada para una cirugía menor, un simple procedimiento de vaina nerviosa en un paciente con túnel carpiano avanzado. Era una rutina que solía hacer con