Hola :D gracias por seguir esta historia, ya casi casi
—Lindo abrazo y todo, pero debemos confirmar los muertos. —Nickolai se había acercado a nosotros mirándome fijamente. —Dejó salir un prolongado silbido. —Posees una familia bastante singular, señorita.Una suave sonrisa se dibujó en su rostro mientras Dimitrik volvió a agarrarme de la mano y me alejó un poco de mis padres.—Yo he confirmado a varios de los muertos. —Benjamín observaba el horizonte. —De acuerdo a mi fuente , recibí un listado completo de los invitados, solo necesitamos verificar todos los datos. Yo me ocuparé de esa tarea, ustedes pueden retirarse a descansar.—Yo me quedare contigo Benjamin. —Mi tío sostenía su rifle de asalto mientras conversaba. —Requerirás el apoyo de una persona que te respalde mientras haces el recuento.—Yo también puedo quedarme. —Mi padre miro la pila de cadáveres. —Todo esto fue parte de mi responsabilidad por no asegurarme de matar a ese bastardo hace tanto años atrás, que no dejare que ningunos de ustedes estén expuestos. Gatita, vuelve al l
La luz del hospital se reflejaba en las cortinas, generando un entorno casi etéreo que contrastaba con la cruda verdad de lo ocurrido. Una semana había transcurrido desde el fatídico accidente, y allí me encontraba, en una estancia gélida y luminosa, observando a Dimitrik reposar en la cama, su rostro tranquilo contrastando con la severidad del acontecimiento. Aunque experimentaba mejoría, los médicos decidieron mantenerlo bajo observación por una semana adicional y dar inicio a su terapia. Había solicitado que enviaran toda la información a su médico en Rusia porque planeaba regresar.¿Qué haría yo?Deseaba seguirlo, a pesar de la total oposición de mi padre. A pesar de que los contactos en Italia se encargaron de hacer creer que todo fue unos enemigos que tenía en Albania y de limpiar. La situación comenzó a tranquilizarse gradualmente con Nickolai asumiendo el control de la mafia para permitir que Dimitrik descansara.—¿En qué estás pensando?Hablaba de manera serena para llamar la
—¿De verdad tienes que visitarlo? —Papá, ya te dije que debo cuidar a mi novio. —El mafioso con el que sales. —Mi padre me miraba de manera gélida.—Derek, deja de molestar a tu hija ¿Quieres? —Pero mi gatita...nuestra niña recién aprendió a dar sus primeros pasos ayer y ahora está tratando de pasar tiempo con un criminal peligroso.Al decir eso mi madre miro seriamente a mi padre, lo noté carraspeando levemente, dando la impresión de que lo habían descubierto con las manos en la masa.—En mi defensa, lo deje todo por ustedes.Le dedicaba una sonrisa a mi padre mientras lo abrazaba. —Padre, no te preocupes, Dimitrik es alguien que me quiere y vela por mí.—Pero es un mafioso… —Y yo una asesina…—sonreia ligeramente. Si alguien trata de acercarse a mí, le dispararé tres veces.—Eso no lo vas a hacer. —Mi madre me miró detenidamente. —A partir de ahora, no usarás más armas, por lo tanto, considera tu labor concluida.Siempre fue característica de mi madre mantener la serenidad, sin em
—Y recuerda no meterte en problemas. —Una voz de desaprobación de mi padre que dejaba entender que me tenia vigilada. —Tranquilo papa, no lo voy a hacer. —Sujetaba una de las correas de mi mochila. —Ya sabes, solo recuerda venir a buscarme para las tres. Si vienes antes aun estaré en clase así que ven a las tres porque no quiero esperar.—Bien, recuerda que te amo. —Mi padre se movía ligeramente al quitarse el cinturón de seguridad y darme un abrazo antes de despedirse. Tras salir del auto movía mi mano ligeramente para despedirme de mi padre y tras esto entraba por la puerta de la universidad. Después de un mes, me había agotado de intentar comunicarme con Nikolai y Dimitrik, ya que no obtenía ninguna respuesta de ellos. Acompañada por mi padre, viajé a Rusia con el propósito de concluir mis estudios, ya que solo me restaban dos semestres para finalizarlos. ¿Cómo estaba mentalmente?Fue realmente angustiante no tener noticias de Dimitrik; me invadió una ansiedad intensa. Sentía que
—Es imposible que estés esperando un bebé, Darianna.Examinaba con cuidado cómo ambos hombres no dejaban de mirarme. Trataba de contener la risa nerviosa, consciente de que esa era la única oportunidad que tendría. —Sí, tengo que comunicarle a Dimitrik que nuestro bebé...Durante la conversación, Nickolai movió su mano velozmente en mi dirección, intentando golpearme en la cabeza, pero logré reaccionar rápidamente y bloquear el golpe con mis manos. Él se detuvo antes de invadir mi espacio personal y me observó intensamente. —¿Alguna vez te he mencionado lo mala que eres mintiendo? —Decía mientras bajaba la mano. —Una mujer en estado siempre protegería instintivamente su vientre.La mirada penetrante de Nikolai me hacia sentir ligeramente incomoda. Miraba hacia un lado suspirando pues sabia que no podría usar eso como excusa.—Darianna, vete de inmediato. Si tu papá descubre que estás aquí se morirá.—Nikolai, por favor, permíteme hablar con él... Estoy desesperada, mi padre me sofo
Después de nueve meses, me encontraba cerca de concluir mis estudios universitarios. Tras mi huida, mi padre se enteró y comenzó a mostrar un nivel de paranoia excesivo. A la salida de la universidad, me aguardaba y me seguía, mencionando que cesaría esa conducta al regresar a Suiza, lo cual ocurriría al concluir nuestros estudios. Una vida tranquila sin nada. En ocasiones, me hallaba desconcentrada durante las clases, observando a través de la ventana con melancolía, aunque procuraba disimularlo detrás de una sonrisa. En ocasiones, descubría una rosa roja en mi escritorio habitual con mi nombre escrito en ella, lo que llevaba a mi amiga a sugerir que debía de tratarse de uno de mis pretendientes, ya que no lograba comprender por qué tantos chicos estaban enamorados de mí, cuando mi corazón solo pertenecía a una persona. Dia tras dia pasaba… Semana tras semana... El verano ya había llegado y con él se acercaba mi ceremonia de graduación. Ese día, el sol resplandecía con gran int
Recogía mis pertenencias de mi habitación, por petición de mi madre me pidió que fuese un tiempo a Suiza para intentar pensar que hacer. Además, una empresa suiza me propuso realizar una pasantía remunerada con una oferta mucho más competitiva que la de Rusia. Colocaba varias de mis bufandas en mi maleta cuando un toque en mi puerta me hizo elevar el rostro, era Dimitrik.—¿De verdad tienes que marcharte, Krolik(conejita)?Sonreia ligeramente. Dimitrik había empezado a sentirse más cómodo al venir a verme con mayor frecuencia a pesar de que mi padre aun le decia mafioso criminal, que no me dejaria con el. Tambien, a pesar de que todavía tenía dificultades para caminar, los especialistas afirmaban que solo eran efectos residuales y que pronto habría una mejoría. Consideraban que era un caso excepcional, ya que logró dar sus primeros pasos antes de cumplir un año.—Solo serán unos meses. —No me gustan las relaciones a distancia.Al oírlo, esbocé una sutil sonrisa con mis labios. —¿Lo d
Hacía aproximadamente un año desde que Dimitrik había asumido el cargo de mi jefe. Mi padre no aceptaba que fuese mi novio, fue tanto así que el se lo llevaba día tras días a demostrarle que no era el hombre de mi vida. ¿A dónde? Iban a los campos de paintball para “demostrar” porque no debería ser mi novio. De acuerdo a lo que mi padre decía, eso solo tenía como propósito mostrarle lo que le aguardaba si intentaba contraer matrimonio conmigo. Aunque solía llegar desanimado, un día apareció con una gran sonrisa que contagiaba a todos a su alrededor. Mi cumpleaños estaba cerca, así que Dimitrik organizó un viaje a Lofoten, un archipiélago suizo. Las zonas montañosas ofrecían un paisaje impresionante, sin embargo, lo más emocionante estaba reservado para la noche. La oscuridad ejercía un poder de atracción, al igual que nuestras almas. Una brisa fresca acariciaba mis pulmones. Mientras contemplábamos el precioso paisaje, sujetaba la mano de Dimitrik. Avanzábamos, envueltos en nuest