75. NADA ES LO QUE PARECE
NARRADORA
—No puedo vigilarlo como antes. Dígale a su señoría que ya no vivo en la mansión del Alfa —Winifred, la abuela de Owen, hablaba un poco nerviosa por la llamada en el celular.
—Si tu hija ya murió y tú no puedes ni siquiera vigilar que el Alfa Hunter haga bien su misión, entonces… ¿de qué le sirves a mi señor?
La fría voz del secretario, a cargo del Consejero del Rey, se escuchaba desde otro lado.
—¡Mi nieto es el próximo guardián de la cripta! —Winifred le recordó entre dientes.
Hablar con este cínico siempre le traía tantas emociones turbulentas.
—¡Mi hija murió defendiendo los intereses de su señoría!
—Tu hija murió porque era una inútil, que ni siquiera el trabajo de controlar al Alfa Hunter pudo hacerlo bien —le dijo sin inmutarse.
— Y por el camino que vas, tu cabeza rodará también muy pronto.
La rabia hervía dentro de las venas de Winifred, el pasado era tan retorcido y oscuro…
—Haré todo lo posible…
—Harás lo que sea necesario porque, Winifred, sabes muy bien lo que