AVA

Mis manos levantaron su camiseta, dejando la ancha espalda al desnudo.

Comencé a besarlo lentamente, a acariciarlo por delante, dando vuelta a sus tetillas masculinas.

Gimiendo contra su cuerpo, oliéndolo profundamente, recogiendo su sudor, su sabor picante.

Quería calentarlo y yo misma iba hirviendo a fuego lento mientras lo seducía y escuchaba los gruñidos vibrantes de su pecho y el estremecimiento bajo mis manos.

Mis dedos se enredaron con el borde de su calzoncillo y los fui tirando hacia abajo.

Greyson no me detuvo, los siseos de placer escapaban por entre sus dientes.

Ya ni siquiera podía fingir que estaba haciendo algo en la cocina.

Mi mano tomó esa dureza enorme dentro del puño.

El presemen viscoso se escurrió entre mis dedos mientras jugaba con la gruesa cabeza, bajaba y subía por toda la columna.

Mi otra mano fue a sus pesados testículos, cargados de lujuria, palpitando bajo mis atenciones.

—Ava, joder… mmnn, qué rico, Luna, más rápido, bebé… sshhh…

Mmnn la palabra Luna