32

—Solo estaba bromeando, nena —susurró dándole un pequeño mordisco en el lóbulo de la oreja—. Eso lo puedo hacer yo solo.

En ese momento, Daniel sintió como Serena tembló ante sus palabras, tratando de parar todo, pero él no la dejó cuando sus labios fueron directamente a su boca, poseyéndola nuevamente. Levantó la barbilla de la chica con su mano, mientras la otra acariciaba su cintura, subiendo poco a poco el vestido hasta sus muslos. Esto no pasó desapercibido para Serena y se estremeció nuevamente.

—Daniel… —susurró cuando Daniel se separó un poco de ella, percibiendo los acelerados latidos de su corazón salirse de control—. Tu hermana puede entrar…

Daniel se quedó observándola por unos segundos, sus ojos viajaron desde su mirada adorable, hasta su rostro sonrojado y sus labios hinchados por sus besos. Su cuerpo era una tentación que no podía dejar de mirar y tocar, toda ella era tan hermosa.

Se mordió el labio con fuerza, mientras sentía que su respiración nunca se iba a normaliza
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP