Daniel apretó sus puños. Si Emily no fuera su hermana tal vez ya la hubiera destrozado. No le convenia en absoluto que ella supiera de sus intenciones con Serena. Podría ir con el chisme a sus padres, y eso, echaría a perder todos sus planes.
El chico trató de mantener la calma. Si Emily supiera algo ya se los hubiera dicho, así que desde ahora sería más cuidadoso y actuaría como si nada.
Rápidamente subió a su habitación para cambiarse la ropa mojada y bajó a la sala donde todavía se encontraba su hermana.
—Oye, Daniel… —Emily le llamó, pero Daniel no le respondió a lo que ella prosiguió— ¿Tu conoces a Ethan Collins, el único hijo del dueño de la cadena hotelera Collins?
—No. —Daniel respondió sin ánimo.
—Pues, ¿Adivina qué? Es mi novio.
—Pregúntame si me importa, mejor. —Daniel rodó los ojos.
—Ethan es el amor de mi vida está decidido —dijo su hermana con una mirada enamorada.
—Eso mismo dijiste de los quince novios anteriores que tuviste.
—Eres un tarado, esto es real, sé que esta