Emily Miller logra por fin alcanzar su sueño: trabajar en la prestigiosa empresa de uno de los hombres más poderosos del país, quien además ha sido, en silencio, su amor imposible. Justo cuando está por comenzar esta nueva etapa, comienza a recibir misteriosos y provocativos mensajes de un remitente desconocido. Lo que Emily no sabe es que detrás de cada palabra está Ethan, su jefe. A medida que las coincidencias entre su admirador secreto y el hombre que lidera su oficina se hacen más evidentes, Emily se sentirá cada vez más intrigada… y tentada a descubrir la verdad.
Ler mais— ¿Podrías traerme los currículos de las candidatas que superaron las pruebas? — preguntó Ethan a su secretaria que se alejaba tras la puerta de su oficina.
— Con mucho gusto Sr. Morgan, en un momento se los hago llegar.
Ethan reposó su espalda en su silla ejecutiva, cerró los ojos y dejó escapar un suspiro. Se encontraba exhausto, habían sido unas semanas extenuantes debido al cierre de año en la empresa.
Ethan Morgan era un hombre de mucha popularidad en la ciudad de Chicago gracias a muchos de sus increíbles talentos, uno de estos claramente ser un empresario que había aportado un montón a la ciudad con sus obras y sus emprendimientos, de igual forma tenía el talento de ser un cantante con una voz envidiada por muchos de la industria. A sus 33 años ya se había consolidado como uno de los hombres más millonarios de la época, con un par de apariciones en distintos años para la revista Forbes su vida estaba totalmente completa.
¿Habría algo que le faltara a Ethan Morgan en este punto? Sin duda alguna, dinero no sería… Pero si existía algo en lo que curiosamente le iba fatal y era el amor. A pesar de tener tanto dinero, ser sumamente atractivo y talentoso jamás había logrado tener a alguien a su lado que no fuese por interés de lo que tenía en su posesión. Aunque de vez en cuando se dejaba seducir por aquellas mujeres solo por saciar sus necesidades, esto no le llenaba tanto como imaginarse una relación sana y real.
— Sr. Morgan aquí están los currículos que me pidió — dijo la secretaria dejando un par de carpetas en el escritorio
— Muchísimas gracias Tifanny, no sé qué haría sin ti — respondió agradeciéndole con una gran sonrisa
La chica abandonó la oficina cerrando la puerta tras ella con una sonrisa en la cara.
— A ver a ver, quienes son las afortunadas de haber pasado las pruebas de selección — dijo para si mismo Ethan tomando la carpeta en sus manos.
Lentamente comenzó a ojear cada uno de los currículos sin mucho ánimo ya que ninguna de estas chicas le convencía, a pesar de ser muy estudiadas y con logros muy importantes, pero aun así no lograba conectar con ninguna de estas.
Pasados unos minutos dejó caer nuevamente las carpetas sobre su escritorio, abrió uno de los cajones y sacó una cajetilla de cigarros. Lentamente se puso de pie acercándose a los ventanales de su oficina y abrió la pequeña escotilla que allí había para así poder fumar con tranquilidad.
Encendió su cigarro y comenzó a observar como el sol se ocultaba creando esta visión de un atardecer completamente hermoso junto con los edificios que creaban un contraste muy bonito a la vista. Aquellos rascacielos de ventanales enormes donde podías ver a través de ellos, tanto como algunas salas de estar de apartamentos como oficinas de grandes empresas.
Ethan daba pequeñas caladas a su cigarro a la par que observaba al horizonte como buscando que este le diera alguna respuesta.
Minutos después su celular sonó, algo que lo sorprendió ya que no solía recibir llamadas a esas horas de la tarde, así que sin mucha dilación contestó su móvil.
— ¿Aló?
— Muy buenas tardes, ¿hablo con el Sr. Ethan Morgan? — preguntó una voz femenina de fondo
— Sí, el habla. ¿Con quién tengo el gusto?
— Mi nombre es Emily Miller, un placer
— El placer es mío Emily, ¿en qué puedo ayudarle?
— Puede que haya sido algo imprudente en llamarle directamente, pero sucede que hace un par de días se me informó que había pasado la prueba de selección para la vacante de trabajo que había en su empresa y… — hizo una pausa aclarándose la voz — … la verdad desearía saber si me tomaron en cuenta.
Ethan sonrió dándole un pequeño golpe a su cigarro dejando volar la ceniza desde su ventana.
— Es muy poco ético que haga esas preguntas Señorita Miller.
— ¡Lo sé y lo siento mucho! — se excusó rápidamente — Honestamente deseo mucho ese puesto de trabajo ya que me apasiona el área.
— ¿Sabe algo? — dijo Ethan cerrando la ventana y tirando la colilla de su cigarro a la basura — Me agrada que alguien se interese de esa manera en un puesto, a tal punto de tomar riesgos
— Sr. Morgan, ahora siento que llamarlo acaba de matar mis posibilidades
— No querida, todo lo contrario — respondió aliviando las preocupaciones de Emily — Hace un rato ojeé los currículos, pero no les presté mucha atención, así que si me da unos minutos puedo volver a mirarlos contigo en llamada, ¿te parece?
— Pero…
— Tranquila, sólo quiero entrevistar a mi próxima contadora
Emily saltó de emoción, pero intentó ocultar su felicidad manteniéndose seria mientras Ethan revisaba las carpetas nuevamente.
— Aquí está, lo he encontrado — comentó Ethan abriendo la carpeta — Emily Miller, ¿no es así?
— Sí Sr. Morgan, Emily Miller
— Me parece que usted es bastante atractiva Emily, perdone el atrevimiento
— ¡Oh Sr. Morgan, no me haga sonrojar! — respondió Emily riéndose un poco
— Es usted bastante reconocida en Chicago, trabajó para muchas empresas por lo que veo. ¿Qué la hizo desear trabajar para nosotros?
— Para nadie es un secreto que su empresa es la más importante en Chicago y en gran parte de los Estados Unidos — comentó en un tono serio — Y para mi siempre ha sido de gran pasión el seguir aumentando mis conocimientos y poniéndome nuevos retos.
— ¿Piensa que trabajar para mí sería un reto?
— ¿Es una broma?
— No, es una pregunta muy seria
— ¡Por supuesto que lo sería! — exclamó Emily — Las empresas Morgan son las más importantes de la ciudad, hay que ser un trabajador perfecto para mantener el prestigio intacto… además…
— ¿Además?
— Sr. Morgan, yo soy muy fanática de su música y será difícil no distraerme con usted si trabajamos muy cerca
Ethan soltó una carcajada que fue correspondida por una bastante apenada Emily.
— Me acaba de alegrar la noche — dijo Ethan riéndose aún — La espero acá el lunes, Señorita Miller.
— ¡Muchísimas gracias Sr. Morgan!
Emily colgó la llamada y procedió a saltar encima de su cama de la emoción, algo que captó la atención de su roommate que se encontraba en la cocina.
— ¿Estás bien Emily? — preguntó desde la lejanía
— ¡Jamás había estado tan bien Sophie! — gritó desde su habitación
Sophie lavó sus manos, se las secó y corrió rápidamente a la habitación de Emily.
— ¿Te dieron el trabajo?
— ¡Sí! — exclamó aún más emocionada
— ¡Qué bien amiga! Por fin podrás estar cerca de tu crush, ¿increíble no?
— Dios, que emoción — Emily seguía sonriendo con mucha efusividad
— Comeremos sushi para celebrar, ¿te parece? — preguntó Sophie mientras se alejaba de la habitación
— Sí, en seguida lo ordenamos.
Ethan dejó su móvil en el escritorio, una pequeña sonrisa se le dibujó en el rostro mientras estiraba sus brazos para relajarse y relajarse en su silla. Pensó en la conversación que acababa de tener con aquella mujer que había tenido la osadía de llamarle directamente, esto causaba que después de muchísimo tiempo se interesara en una persona a pesar de que no fuese de la manera que normalmente sucedía… ¿Pero sería esto un problema ahora que Emily hará parte de su empresa? algo poco ético, pero para Ethan Morgan no existían esos límites, podía permitirse cualquier tipo de cosa debido a su poder como multi millonario y famoso.
El hombre de treinta y tres años tomó nuevamente su móvil y registró el número de Emily, con una sonrisa perversa en su rostro, su interés por esta muchacha le estaba aumentando así que decidió escribirle desde su otro número para no levantar sospechas y averiguar más acerca de ella.
* Número Desconocido: Hola Emily, pasaba a desearte una feliz noche y decirte que estás demasiado guapa.
* Emily Miller: ¿Quién es?
* Número Desconocido: Un admirador que acabas de ganar
* Emily Miller: Te voy a bloquear si no me dices quien es
* Número Desconocido: ¿Te gusta el misterio?
* Emily Miller: No te voy a responder más, weirdo
* Número Desconocido: Que pases una excelente noche, cosita rica
✔✔ Visto a las 8:33 PM
Finalmente después de un tiempo batallándose en los charts, el disco de The Secret logró finalmente posicionarse en el número 1 del Top 100, quedándose allí clavado durante un par de meses, el éxito de The Secret estaba subiendo cada vez más, estaban incluso algo agobiados con tantas cosas que se les estaban presentando, desde su tour internacional hasta las presentaciones en distintos shows especiales de televisión, entrevistas de radio, hasta tenían una invitación a presentarse en Saturday Night Live.El éxito para Ethan Morgan estaba siendo estratosférico, algo que jamás se había esperado en ningún momento, estaba claro que tenía una fama por su gran talento innato con la música, pero el hecho de que lograra tantos número 1 en distintos países le sorprendía cada vez más, es como si cada vez que sucediese se sintiera como la primera.Su manager estaba en distintos negocios para el tour internacional, desde pautando fechas hasta firmando contratos para distintas grabaciones para un d
Habían pasado un par de semanas desde que The Secret había cumplido sus fechas pautadas antes de presentarse en los Talk Shows, Emily había retornado a sus actividades habituales en Morgan Enterprises al igual que Ethan, estaban enfocados en el nuevo camino que estaba tomando Morgan Enterprises, por ende, tenían que poner más atención de la normalmente les ponían a los negocios de la empresa. Gracias a la expansión que se estaba logrando, Morgan Enterprises comenzaba a escalar posiciones en la lista de las empresas más importantes del país, estando cada vez más cerca de pasar a los más grandes del mercado empresarial, esto les creó una motivación más grande de la que podían esperarse, tanto Emily como Ethan estaban enganchados con el hecho de que debían hacer negocios tanto como pudiesen.Días después, luego de que los reportes de contabilidad arribaran de los Emiratos Arabes, China, Singapur y Japón, se dieron cuenta que ahora la empresa era una empresa multi billonaria, dando por he
— ¡Bienvenida hija mía, qué alegría el volverte a ver! — dijo Edo levantándose de lleno de su silla y abriendo sus brazos — Pensamos que habías muerto, perdimos total contacto contigo— Presento mis disculpas Señor Saitō, han sucedido un montón de cosas que me han traído hoy a visitarle — respondió Akame con un respeto fingido— ¿Quién es el prisionero?— Nada más y nada menos que el Capitán de los buques de Morgan Enterprises— ¿Cómo es que llegó a tus manos si estabas en Dubái?— Déjeme explicarle, ¿tiene un momento? — preguntó Akame intentando entrar en confianza— Claro que sí hija mía, ¿deseas un trago? — respondió Edo abiertamente— Por supuesto, ¿puedo sentarme?— Adelante, te serviré el mejor sake de todo el país — dijo mientras se acercaba a su minibar llenando los pequeños vasos de la bebida — Aquí tienes — entregó el vaso en las manos de Akame— Muchísimas gracias mi Señor — agradeció — Ahora… procederé a explicarle que fue lo que sucedió— Te escucho hija mía— En Dubái la
Unas camionetas blindadas de color negro se trasladaban por una de las avenidas más concurridas de Tokio, la gente las miraba de reojo pensando que se trataba de alguna celebridad o inclusive algún político pero la verdad es que se trataba de una pequeña caravana de la Yakuza simplemente para observar el panorama de la ciudad luego de haber sido golpeados bastante fuerte en la zona aduanera, ya que tanto Ethan cambió la ruta de sus buques de Morgan Enterprises, otros empresarios hicieron lo mismo quitándole el poder de extorsión a esta mafia que tanto tiempo los había atormentado.Akame se encontraba sentada en una cafetería junto con Nakano, ambos traían unos chándales negros junto con unos gorros y unos lentes oscuros para pasar desapercibidos entre la multitud, era muy común lograrlo ya que el flujo de gente que tenía esta ciudad era bastante grande gracias también a los turistas que visitaban Tokio. La chica veía como las camionetas se paseaban una y otra vez por toda la manzana,
Emily les observaba desde el palco VIP, podía ver todo el espectáculo desde el mejor sitio del bar, estaba asombrada con lo enérgicos que se mostraban los chicos cuando estaban bajo el papel de The Secret, en especial Ethan que se desconocía totalmente, entraba en su papel de frontman increíble que siempre le había resultado atractivo, y siendo honesta, ese fue el hombre por el cual desarrolló un crush años antes y justo cuando lo conoció no podía evitar mirarle con dichos ojos, para su suerte al conocerle mejor siguió sintiendo el mismo gusto que el inicio.The Secret recitó un total de ocho canciones dando un concierto de aproximadamente cuarenta minutos, quedando el publico totalmente satisfecho. Al terminar decidieron tomarse un momento para firmar un poco de autógrafos desde la tarima, sentándose en el borde de la misma e incluso pasando de ir al backstage, caminaron entre la gente tomándose fotos, una vez todos habían logrado su foto los chicos de The Secret volvieron a la tarim
Luego de salir del restaurante y volver al hotel, se cambiaron de ropa y decidieron salir a dar una vuelta como turistas, así que pasearon por distintas calles de Tokio en búsqueda de algún recuerdo para llevarse a Chicago, era prácticamente imposible no querer llevarse casi todo lo que veían, estaban fascinados con los productos japoneses, al igual que su cultura era inevitable no desear el obtener todo y llevárselo, pero debido a su equipaje lo mejor era llevar algo ligero y pequeño, así que optaron por llevarse pequeños recuerdos de japón. Ethan optó por un árbol sintético de Sakura dentro de un envase de vidrio, Emily por su parte se llevó una figura de dragón también dentro de un envase de vidrio, este servía como lampara así que lo pondrían en su habitación para que por las noches pudiese iluminarles, realmente ya necesitaban algo de decoración.Regresaron al hotel, entraron a su habitación del hotel y comenzaron a empacar sus cosas, se dieron cuenta que su pasaje estaba puesto
Último capítulo