-¿Y eso es un problema?
-No. Claro que no, solo me llamó la atención, eso es todo. Por cierto, la mesera no hace más que mirarte, estoy que le digo que esto no es una cita para que te de su número telefónico -agregó para cambiar el tema y olvidarse de las malditas almendras.
-No lo hagas, déjala que crea que eres mi novia.
-Pero está bien bonita... -Él se sonrió mirándola de esa manera con la que ella no sabía
cómo lidiar, así que cambió el tema. -¿Y Cuánto te van a pagar por ese primer libro? Dilan Pablo le explicó que sería un porcentaje de las ventas, aunque aún no habían hablado sobre ese tema y siguió conversando animadamente con ella, que se fue relajando poco a poco,
cuando dejó de ser el objeto principal de la charla. Christina, comenzaba a ver al médico como un amigo, aunque sabía que no podía llamarlo de esa manera. Comprendía que le gustaba. Estaba en una rara posición, él no parecía querer hacer ningún avance, para poder explicarle que ella no estaba para relaciones amoros