Mundo ficciónIniciar sesiónRenata López Méndez, creció en un hogar monoparental. Su padre, un médico de urgencias, luchaba para que su hija logré un futuro brillante. Fue criada por su abuela, quien le brindó toda la atención que necesitaba. Gracias a los esfuerzos de su padre, Renata pudo asistir al mejor colegio de la capital. Sin embargo, ser la chica pobre en una institución repleta de esnobs que solo buscaban un chivo expiatorio no fue fácil para ella. En el último año, Renata se acercó a un chico gordito con problemas de ansiedad. Nadie sabía a ciencia cierta cuál era su estatus social y poder económico. Sin embargo, la realidad era que el chico era de un magnate, ese muchacho sería su primer amor y el punto de partida para que su futuro se vuelva una tortura en vida. Pero el destino da segunda oportunidades y deberá confiar en él hombre al que de joven rechazó solo por prejuicio.
Leer másEsa mañana me añadieron a un grupo de W******p "PROMO 2020", lo miré con disgusto y solo me salí. Nada me interesaba menos que encontrarme con mis excompañeros.
Me preparé para un doble turno en el restobar, mi abuela se encontraba internada y mi padre había tomado unos días de licencia para cuidarla. El dinero que mi padre me daba era suficiente para tener una vida cómoda, pero con mi trabajo de medio tiempo podía darse algunos gustos "costosos". El primer turno de ese día, fue tranquilo, en ese horario los clientes eran adultos mayores que aprovechaban a cenar temprano antes de que el lugar se transformara en un bar de moda. Tres rostros conocidos ingresaron al salón, eran mis mejores clientes, por lo que suponía que ese día sus propinas serían superiores a mi salario diario. Renata: - Bienvenidos - los recibí con una gran sonrisa. Rogelio: - Buenas tardes Renata, no reservamos, pero se encontrará disponible nuestra mesa. Renata: - Ustedes son clientes VIP, su mesa siempre está disponible. Eduardo: - Eres tan eficiente, sabes que cuando te decidas a salir de este lugar, solo debes presentarte en mi empresa - siempre me ofrecía un puesto, pero me negaba para evitar malos entendidos. Antonio: - Querida, trae lo de siempre y dos juegos de cubiertos extras, tendremos invitados. Antonio era quien me entregaba las mejores propinas, pero siempre era más distante. Con mi mejor sonrisa asentí y fuí a preparar todo lo necesario para satisfacer a mis mejores clientes. Ya en la mesa, Antonio se encontraba demasiado molesto con Eduardo, los comentarios que hacía podrían ser fácilmente malinterpretados por Renata y arruinar tantos años de trabajo duro. Eduardo era mucho más práctico en la resolución de problemas, adoraba sus salidas de amigos, pero siempre recalcaba que eran demasiado viejos para esperar el momento ideal. Dos jóvenes de unos veinticinco años se les unieron de mala gana. Rodrigo y Noah eran los nietos de Eduardo y Rogelio, eran los nuevos CEO de los conglomerados de sus familias. Los muchachos eran amigos de la infancia pero al terminar sus estudios medios se distanciaron y la relación se mantuvo tensa. Los mayores eran ajenos a sus disputas, por lo que tenían un acuerdo tácito de cordialidad frente a ellos. Renata sirvió la mesa y les deseó que disfrutaran su comida, todos respondieron de forma amable, el único que mantenía el rostro escondido detrás de su celular era Noah. A diferencia del nieto de Rogelio, Rodrigo reconoció de inmediato a Renata, ella no lo reconoció o fingió no hacerlo. Noah no volvió a levantar la cabeza luego de reconocer a la mesera, mientras Rodrigo se volvió mucho más amistoso con los ancianos. Rodrigo: - ¿Ustedes suelen cenar seguido en este lugar? - fingiendo interés en la vida social de su abuelo. Eduardo: - Por lo menos una vez a la semana, el ambiente es agradable y la atención del personal es estupenda. Rodrigo: - La comida puede mejorar, pero lo compensa la chica con su atractivo, debería invitarla a salir. Las miradas de los tres se volvieron heladas, una señal de que esa chica no sería una conquista de una noche. Antonio: [con una risa sarcástica] - No eres el tipo de chico con el que Renata saldría.- quería que se sintiera intimidado. Rodrigo: - ¿Eres su Sugar Daddy?- fue un arrebato, nadie en la mesa se atrevía a cuestionar o enfrentar al líder de los Mendéz, pero solo de pensarlo le hervía la sangre. Antonio: - tal vez- dijo desafiante. Rogelio: - Antonio, pelear por una joven que podría ser tu nieta, deja de molestar al niño- era necesario intervenir para que no tengan malentendidos. Antonio hizo un gesto de desagrado y termino con el tema. Pero el joven no estaba feliz por la actitud a la joven. Renata se acerco a la mesa y les entregó la cuenta, dos tarjetas negras competian por ser las encargadas de saldar la deuda. Ella miro a los dos y tomo la del más joven con una sonrisa burlona fijando su mirada - gracias, señor Ibañez- y luego de terminar la transacción se despidió. La sorpresa de los mayores era visible, Antonio no pudo contenerse y preguntó - ¿se conocen?-. Rodrigo relajado al saber que lo recordaba - tenemos historia- Noah que se mantuvo ausente toda la cena se levanto de forma tosca y disculpándose con tener una emergencia en la empresa se retiró. Antonio ignoró la partida de Noah, era mucho más interesante conocer la historia de Rodrigo y Renata. Antonio: - ¿fuiste su novio?, parece que no le simpatizas mucho- Rodrigo: - me juzga mal por mi entorno, nunca se fijó en mi, estaba enamorada de alguien que no la valoraba- Antonio: - ¿quién era?- tenía el rostro molesto. Rodrigo: - nadie importante, ese chico solo tenía ojos para una "Barbie" y luego no supe más de ella. Ahora me cuentan la razón por la que nos citaron, hablaron de tantas cosas sin importancia o solo querían que conociéramos a Rena- Eduardo: - ¿un abuelo no puede pasar tiempo con su nieto?- Rodrigo: - abuelos normales quizás, pero con ustedes siempre es para intentar casarnos con alguna chica de familia rica, de mi parte no estoy interesado en el matrimonio y los hijos- Rogelio:- deben pensar en el futuro, los imperios necesitan descendencia- Rodrigo al ver la mirada pedida de Antonio sintió celos de que trate de seducir a su primer amor - Antonio no tiene descendencia y ahora persigue a una joven veinteañera, el matrimonio y los hijos pueden esperar, ¿no?- Antonio: [entendió la indirecta] -cuando tengas mi cuenta bancaria podrás juzgarme- Rodrigo: - tengo una reunión de excompañeros esta noche, espero que me inviten a su siguiente cena- no entendía porque se sentía tan molesto, necesitaba refrescarse antes de la fiesta, después de todo fue una idea suya. Eduardo: [sin su nieto presente] - Ignóralo Antonio, siempre fue mucho más extrovertido e irreverente que Noah, por como la llamo "Rena" debe gustarle- terminando su café - se siente intimidado por tu dinero, no tenías motivo para hacerles creer a los chicos, que eras el patrocinador de Renata- Antonio: - que crean lo que quieran- Se fueron dejando una gran propina para Renata, que los acompaño a la salida con el rostro amable que la caractérizaba. Al terminar el primer turno debía preparase con un uniforme un poco más sexy para atender en el bar, no era algo que la emocionaba mucho, por esa razón solo tomaba turnos cuando faltaba personal o no quería pedirle dinero a su padre. Al ser el bar de moda las propinas se podían comparar con las que dejaban Antonio y sus amigos.Noah manejó los trámites lo mas discreto posible. Su personal le informó que las familias Ibáñez y Méndez estaban colapsando tratando de recuperar a Renata. Lo que le sorprendió fue la búsqueda intensiva de Alfredo Sosa. Por alguna extraña razón, eso lo irritaba aún más. ¿Qué derecho tenía ese hombre de intentar volver a la vida de su futura esposa?Envió a una de las secretarias a comprar un nuevo guardarropa. Debía fingir que estaban juntos. Después de ser esposos legalmente, sería más complicado que ella se alejara de él.El asistente personal de Noah llegó con copias de sus documentos de identidad; no pensaba dejar ningún cabo suelto. Evidentemente, tarde o temprano tendría que dejarla ver a su padre adoptivo y a su abuela, pero con un matrimonio válido, Rodrigo no sería tan despreciable como para separarlos. El asistente lo sacó de sus pensamientos: "Señor, ya está todo preparado para su boda en Dinamarca, ¿es necesario informarle al señor Rogelio?". Con una voz calmada, que a su
Noah no se separó en ningún momento del lado de Renata, quería ser lo primero que sus ojos vieran cuando despertara. Rogelio había estado tratando de comunicarse con su nieto, pero su teléfono se encontraba fuera de servicio; en otra persona sería algo alarmante, en Noah era habitual que se desconectara del mundo. Las horas parecían una tortura, odiaba no tener el control de la situación, el sueño lo comenzó a vencer y, poco a poco, se quedó dormido a su lado. No sabía cuánto tiempo transcurrió hasta que el sobresalto de la joven convaleciente lo despertó; parecía un cachorrito asustado. Sus ojos recorrieron el lugar, pero no recordaba nada, sentía miedo de lo que sucedía. -¿Dónde estoy? ¿Quién eres?- susurró con una voz temblorosa y cargada de un intenso temor. Noah quiso hablar y darle su versión, pero recordó las indicaciones del neurólogo, era necesaria una evaluación exhaustiva para evitar complicaciones futuras. Neurólogo: - Sr. Anchorena, la paciente perdió parcialmente la m
Jorge se encontraba desconsolado, pero si debía dejar de lado su orgullo para recuperar a su hija, lo haría. —Rodrigo, necesito hablar con el padre de Consuelo y, si es necesario, con Sosa; no me importa lo que tenga que hacer para recuperarla. Es claro que alguien con poder la está ocultando—.Sin aviso, se presentaron en las oficinas del grupo Sosa. Rodrigo no tenía ganas de formalismos ni buenos modales. —Que informen a tu CEO que Rodrigo Ibáñez exige hablar con él y no acepta un no como respuesta—. La recepcionista se sorprendió de verlo de esa manera, pero cumplió con la orden. En pocos minutos le indicaron que lo esperaba en su oficina. Las secretarias murmuraban, pero él solo las fulminó con la mirada y entró junto a Jorge a la oficina. -¿Dónde la tienes?- fueron las primeras palabras que dijo con un tono filoso y cargado de odio. Sosa se encontraba molesto por el actuar de ese chico maleducado. Hasta el momento no estaba interiorizado de lo sucedido y verlo junto al hombre qu
La clínica era tan lujosa que parecía un hotel cinco estrellas, pero Noah solo necesitaba que Renata despertara y solucionaran sus problemas. Con el pasar de las horas, la calma del joven se iba desvaneciendo. El primer parte médico indicó que estaría dormida unas tres a cuatro horas por el sedante, pero solo emitía unos sonidos de murmullo, lo que al equipo le llamó la atención.Le informaron que realizarían una resonancia magnética y algunos estudios neurológicos complementarios de rutina; querían evitar que el hombre perdiera la paciencia, era famoso por su mal temperamento y no querían provocarlo sin datos concluyentes.Pasaron varias horas hasta que, con los resultados en mano, todo el equipo llevó al señor Anchorena a una sala privada para poder explicar el cuadro de la joven. Con la cabeza baja explicaron que la hipoxia afectó el hipocampo y el área circundante. Las secuelas eran inciertas aún, pero la amnesia o problemas para fijar nuevos recuerdos eran una de las posibilidade
Las manos de Rodrigo no paraban de marcar números y gritarles a cualquiera que volvía con la información de que su rastro se había perdido; las cámaras de la zona habían dejado de funcionar en el lapso de tiempo que Renata desapareció.Solo la dejó un par de horas con esos dos ancianos y ahora todo daba la impresión de ser un secuestro. Su cabeza lo estaba matando, pero necesitaba entender qué fue lo que hicieron para que Renata se viera de esa forma, mientras intentaba descubrir por qué alguien se la llevaría. Necesitaba atar cabos, tenía un acosador, pero nunca se le presentó en persona.Antonio estaba pálido y confundido, después de ver esos mensajes cortados, sentía una terrible culpa. Ella siempre era tan dulce y sus compañeros la trataban con tanto cariño, que supuso que su hija le había entregado esa familia feliz que siempre aspiró. La recuperaría y luego se encargaría de destruirlos.Eduardo, a diferencia de los otros dos hombres, sentía una culpa terrible por ser el responsa
Rodrigo, a diferencia de Noah, trataba de entablar una relación sana con su primer amor, dándole todo el cariño que esa joven necesitaba. Pero Noah era alguien posesivo y solo buscaba retenerla a su lado; si era amor o una obsesión, todavía no lo sabía.La intimidad de Renata había desaparecido desde que Noah regresó a su vida. El hombre había contratado a un grupo de personas que lo mantenían informado de cada movimiento de la joven. Ese comportamiento enfermizo evitó que Renata pusiera fin a su tortura. En el momento en que Renata se precipitó, varios hombres saltaron al agua y lograron rescatarla. El rescate no fue lo suficientemente rápido, por lo que su cuerpo no tenía signos vitales y tuvieron que darle RCP (reanimación cardiopulmonar). Los hombres a cargo de cuidarla informaron a Noah lo sucedido mientras llamaban a emergencias, pues para su jefe esa muchacha era un tesoro preciado. Pasaron menos de diez minutos, pero para los presentes parecieron horas. Renata tal vez estuvo
Último capítulo