Punto de vista de Rubi
Caspian se presentó aquella mañana en la puerta, buscando a Rose. Su sombra proyectada en el umbral parecía una amenaza en sí misma.
Yo, reacia a verlo, le cerre la puerta en la cara y decidí dejarlo esperando mientras fui a buscar a Rose.
Si la madre superiora me viera me reprende por mi comportamiento. Pero poco le he hecho yo cogiendole pena a este pulgoso y el me trata aun mas peor. Ella salió a recibirlo mientras yo tomaba mi arco y me refugiaba en el patio.
Entre mas lejos de el mucho mejor, porque para colmo huele a Pino y flores silvestres, bosque tierra a pura testosterona, ese olor bloquea lo mas cuerdo en mi y no necesito en mi vida ya tengo suficiente.
Kael me ladra y me mira.
Intenté concentrarme: tensé la cuerda, solté la flecha… pero esta cayó desviada. Las dagas resbalaron en mis manos, la magia chisporroteó sin obedecerme. Me frustré. Kael, en su forma de mastín, me miraba con ojos brillantes, y escuché en mi mente su risa juguetona.
—T