Punto de Vista Caspian
¿Qué demonios me pasa?
Abro los ojos con la luz clavada en la cara; un zumbido sordo martilla mi cráneo. Donde carajos estoy, gruño me duele el cuerpo. Atlas está igual que yo en mi mente. Me fijo en un hombre que está en el cuarto, Eliot está recostado en la pared, con la cara más seria que le he visto.
—Bienvenido al mundo de los vivos, majestad —dice con voz tensa.
Gruño y me muerdo la lengua. La memoria vuelve en fragmentos: la oficina, la bruja, manos que me oprimen la sien, una oscuridad que me vaciaba. Algo —o alguien— me ató, me nubló, me dejó roto. No puedo tolerar la impotencia.
—¿Qué cojones ha pasado? —exijo, incorporándome.
Eliot me mira con culpa, furioso se pone recto y se ajusta la corbata.
—¡Por poco matas a Rubi! —me lanza sin preámbulos—. Dijiste cosas… dijiste que ella te había traicionado. La arrancaron de aquí ella y Rose desaparecieron atravesando un portal… ella fue salvada gracias que llegó un hombre con alas negras y te